Después de dos días de búsquedas, fueron halladas las personas desaparecidas en un afluente.
El cuerpo de bomberos voluntarios del municipio de Monterrey, al sur de Casanare, reportaron el hallazgo del segundo cuerpo sin vida, que era buscado desde el viernes. Más de 29 integrantes del organismo de atención de emergencias participaron en esta desafiante labor. Familiares de las víctimas y habitantes del municipio, reconocieron la labor de los rescatistas.
El pasado viernes, Gerónimo Delgado de 24 años y su primo Arturo Mora de 34, llegaron hasta Monterrey. Ellos viajaron desde Bogotá, al haber sido contratados para llevar un trasteo. Luego de haber cumplido con su trabajo, decidieron visitar el Río Túa. Arturo decidió lanzarse al agua con el fin de refrescarse, con la mala fortuna de que en ese momento bajó una creciente súbita que empezó a llevárselo.
Los gritos de auxilio de su primo, motivaron a Gerónimo a lanzarse para intentar rescatarlo. Lamentablemente desde ese momento, ambos desaparecieron arrastrados por las aguas de este imponente río. Desde el momento en el que se conoció la noticia, los bomberos del municipio emprendieron la búsqueda con el equipo de rescate acuático.
Desde las 4:46 pm del viernes 26 de julio, se desplegó un recorrido por la ribera del río, sin que se tuviera éxito en esa primera jornada, la cual se suspendió cuando cayó la noche, por motivos de seguridad. Al amanecer del sábado 27 se reactivó la búsqueda, que dio su primer resultado cuando caía la tarde, 18 horas después del primer reporte. En inmediaciones de la vereda Barbacoas fue hallado el cuerpo de Arturo Mora, el cual fue trasladado hasta la morgue del municipio.
El domingo fue un día de mucho trabajo, sin embargo, no hubo resultados positivos. El lunes, el día inició con lluvias en las cabeceras del río, por lo cual durante la mañana la creciente hizo imposible que fuera seguro buscar el cuerpo que seguía desaparecido. Fue hasta después de medio día que pudieron regresar al agua los bomberos. Sobre las 3:50 de la tarde, a cuatro kilómetros del lugar de la desaparición, fue hallado el cadáver de Gerónimo, el cual presentaba múltiples laceraciones y rigor mortis.
El cuerpo de bomberos del municipio, comandado por Erick Torres dedicó largas horas, mucho esfuerzo físico y mucha perseverancia. Por ello, la comunidad de Monterrey y los familiares de las dos personas que lamentablemente murieron, les reconocieron la valentía y honor con la cual desarrollaron la búsqueda.

