Las comunidades indígenas del resguardo de Paletará, en la zona rural de Puracé, Cauca, atraviesan momentos de grave preocupación debido a la muerte de varias vacas, a causa de las cenizas provenientes de los volcanes Puracé y Curiquinga. Desde hace días, las emisiones volcánicas han provocado la caída masiva de ceniza sobre los campos de pastoreo, afectando tanto a los animales como a los cultivos de la región. Las vacas enfermas, muchas con fiebre, están ingiriendo pasto y agua contaminados, lo que ha agravado su situación.
La situación
Las autoridades locales y las comunidades han reportado que decenas de vacas presentan síntomas graves tras consumir pasto y agua contaminados con las cenizas. A pesar de los esfuerzos realizados por los comuneros para tratar de salvar a los animales, la situación sigue empeorando. Muchos de los animales están gravemente afectados y el riesgo de más muertes se incrementa conforme avanzan las horas. Además, la ceniza ha causado la destrucción de cultivos, los cuales han sido quemados por la ceniza y las heladas, afectando la economía de la región.
Enfermedades
La situación en Paletará ha generado una alerta en las comunidades cercanas, ya que se teme que los impactos de la emisión de cenizas puedan extenderse a la salud humana. Las partículas volcánicas podrían tener efectos respiratorios y provocar enfermedades en los habitantes, que ya enfrentan dificultades para lidiar con la caída constante de cenizas. Las autoridades locales y nacionales aún no han intervenido de manera efectiva, lo que ha generado preocupación en los líderes comunitarios.
Solicitudes
Los comuneros han solicitado la intervención urgente de las autoridades para mitigar los efectos de las emisiones volcánicas. La comunidad de Paletará teme que la situación siga empeorando si no se toman medidas rápidas para proteger tanto a los animales como a los seres humanos y los cultivos de la región. La emergencia sigue siendo crítica y la respuesta del gobierno será clave para evitar mayores pérdidas.



