Detenidos iniciaron un motín, exigiendo el derecho a tener visitas. El fatídico evento tardó cerca de seis horas en ser controlado por la fuerza pública.
Desde hace una semana se venían presentado tensiones entre los reos y las autoridades carcelarias de la capital del Guaviare, esto debido al control que se ha venido ejerciendo en las visitas, por una supuesta amenaza de fuga de presos y la víspera a las elecciones presidenciales. La problemática finalmente estalló el día 21 de mayo en horas de la mañana, causando una serie de desmanes nunca antes presentados en San José.
Motín
Todo inició sobre las siete de la mañana, cuando un número menor de presos empezaron a realizar actos violentos dentro del centro penitenciario, alegando que necesitaban ver a sus familias, luego a este grupo se le fueron sumando otros procesados por razones similares.
En la primera etapa del conflicto el director de la cárcel Jorge Iván Quirós, intentó dialogar y exponerles los motivos por los cuales las visitas habían sido restringidas y explicándoles que en el momento era imposible cambiar la dinámica, en especial porque se acercan las elecciones presidenciales.
Ante la negativa de no permitir las visitas durante este fin de semana, los convictos se mostraron molestos y empezaron a causar daños materiales dentro del centro carcelario. En vista de que la situación no podía ser controlada por los guardas, el director llamó a la fuerza pública.
Autoridades
De esta manera llegó personal de la Policía Militar, Policía judicial, ESMAD, funcionarios de derechos humanos de la administración municipal, la personería jurídica, y la procuraduría. Todo con el propósito de intervenir y controlar la difícil situación.
Antes de la intervención policial, entraron funcionarios de los entes gubernamentales para sostener diálogos y atender a los detenidos, sin embargo, lograr un acuerdo fue imposible.
Muchos de los detenidos lograron levantar el techo del reclusorio, saliéndose por el techo para generar más caos, algunos llegaron hasta los techos de establecimientos comerciales, además dentro pese a que detonaron gases lacrimógenos para el control, los delincuentes insistían en continuar la revuelta.
Daños
Después de varias horas de tensión y desorden público, las autoridades lograron controlar la situación, cuando se realizó el registro de lo sucedido, se evidencio que las relajas, techos, colchones, mesas, sillas, puertas y candados habían sido vandalizados por los reclusos.
Los presos se habrían tomado el control de los dos patios del reclusorio, exigiendo que sus demandas sean cumplidas por las autoridades.



