La secretaria de Salud de Ibagué, Liliana Ospina, presentó oficialmente su carta de renuncia, marcando el final de una extensa etapa al frente de una de las dependencias más exigentes del gabinete municipal. La médica, quien ocupó el cargo durante el gobierno de Andrés Hurtado y fue ratificada por la actual alcaldesa Johana Aranda, se despidió entre elogios y agradecimientos por su gestión.
La mandataria local confirmó haber aceptado la dimisión de una profesional “íntegra, comprometida y profundamente humana”, resaltando los logros alcanzados por Ospina en materia de salud pública, especialmente en programas de salud mental y atención a comunidades vulnerables. Según Aranda, la exfuncionaria deja una huella positiva gracias a su liderazgo y sensibilidad social.
“Su trabajo en equipo y su disciplina contribuyeron significativamente al bienestar de los ibaguereños”, destacó la alcaldesa, quien además le deseó “buen viento y buena mar” en los nuevos proyectos que emprenda. Ospina, por su parte, aseguró que su salida fue concertada y en los mejores términos con la administración municipal.
“Ya necesitaba un respiro, fueron casi tres años. Dejamos huella y se hizo historia”, expresó la exsecretaria, quien descartó cualquier aspiración política inmediata. Agradeció a Johana Aranda por la confianza y afirmó que su decisión responde al deseo de ceder espacios y continuar aportando a la ciudad desde otros ámbitos.




