Erik Siebert, fiscal de la jurisdicción Este de Virginia, presentó su renuncia tras varias presiones del presidente Donald Trump. Trump estaba insatisfecho con que Siebert no procesara casos como los de la fiscal Letitia James y James Comey, figuras políticas prominentes. La renuncia generó inquietud entre líderes bipartidistas, quienes advirtieron sobre una posible politización de la justicia.
Al mismo tiempo, la administración Trump firmó un decreto que modifica las condiciones de visado H‑1B, imponiendo una tasa de $100.000 por solicitud, y lanzó una visa “Gold Card” que requiere un pago de $1 millón para acelerar procedimientos. Estas medidas, junto con reclamos de censura sobre medios críticos y peticiones para revocar licencias de emisoras opositoras, han elevado el debate sobre libertad de expresión y separación de poderes en EE.UU.



