Durante el fin de semana previo al feriado bancario del 25 de agosto, múltiples protestas contra albergues de migrantes estallaron en Reino Unido. Se registraron marchas en Portsmouth, Chichester, Perth, Liverpool y Bristol, muchas de las cuales fueron respondidas por contramanifestantes. En Bristol, la tensión creció hasta el punto en que la policía formó una “pared humana” para separar ambos bandos.
Las protestas reflejan un clima social polarizado en torno a la inmigración, especialmente en zonas donde se instalan alojamientos temporales. La confluencia de festivales como el Notting Hill Carnival y partidos de fútbol añadió una dimensión extra de complejidad a la gestión policial y la respuesta comunitaria
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