Regreso político de Álvaro Uribe

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Situación actual

  1. Condena y estado judicial
    Uribe fue condenado en primera instancia a 12 años de prisión domiciliaria por fraude procesal y soborno de actuación penal. También fue inhabilitado para ejercer cargos públicos por 8 años.
    Sin embargo, su condena no es definitiva: su defensa apeló, y un Tribunal Superior anuló la medida de arresto domiciliario mientras se resuelve la apelación.
  2. Libertad judicial y aparición pública
    Tras quedar en libertad (mientras avanza la apelación), Uribe hizo actos públicos y reapareció políticamente.

Acciones clave en su regreso político

  1. Campaña desde la oposición
    Ha retomado un rol activo como líder de la oposición de derechas frente al gobierno de Gustavo Petro. En sus intervenciones públicas critica políticas del gobierno, como reformas laborales, temas de seguridad y relaciones exteriores.
  2. Unidad de la derecha / coaliciones
    Uribe impulsa la idea de una coalición nacional de partidos y líderes de derecha o centroderecha para consolidarse hacia 2026 y enfrentar al pétro-“ismo”. Se acercan figuras con distintos perfiles para construir esa alternativa electoral.
  3. Candidatura al Congreso / Senado
    • Uribe planea regresar al Congreso en 2026, concretamente al Senado, siendo el número 25 en la lista cerrada del Centro Democrático.
    • Está condicionado a lo que determinen las instancias judiciales, dada su inhabilitación y procesos pendientes.
  4. Descarta ser fórmula vicepresidencial
    Ha dicho que no será candidato a la Vicepresidencia en 2026, descartando esa posibilidad.
  5. Mensajes públicos y discurso
    Su discurso está marcado por la defensa de lo que él interpreta como “libertad y democracia”, críticas al gobierno de Petro como promotor de “neocomunismo” en algunos sectores, y la promesa de que la derecha puede ganar en 2026.

Condicionantes / retos

  • Situación judicial: la sentencia y la inhabilitación todavía están en apelación; esto limita su actuación política en algunos sentidos y genera incertidumbre.
  • Percepción pública: Uribe sigue siendo polarizante; mientras tiene seguidores fuertes también enfrenta críticas intensas por el pasado (casos de derechos humanos, parametrismo, etc.).
  • Elección del candidato de la derecha: aunque quiere ser parte de la estrategia y tener presencia en el Senado, no será él quien necesariamente sea el candidato presidencial; otros dirigentes del uribismo o de la coalición puedan competir o liderar.
  • Tiempo y organización: aunque ya empieza a moverse, las elecciones de 2026 implican movilización, construcción de alianzas, recursos, etc. No todos los partidos de derecha tienen la misma fuerza o están alineados de la misma manera.

Implicaciones de su regreso

  • Uribe puede volver a ser un eje de movilización política de la derecha, tanto electoral como institucional. Su liderazgo todavía pesa bastante en sectores del Centro Democrático.
  • Su reingreso al Senado le daría presencia directa en el legislativo, lo que puede ayudar a defender posiciones, generar presión política, proponer o bloquear iniciativas.
  • Puede polarizar aún más la campaña de 2026, al haber un contraste fuerte entre su discurso y el del gobierno de Petro, lo que podría generar movilización o reacción de otros sectores (izquierda, centro, independientes).
  • También reaviva viejas divisiones, debates sobre la justicia, la transparencia, la responsabilidad en casos del pasado, lo que seguirá siendo parte central del debate público.

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