Durante el recorrido de la Semana Santa, Colombia ha enfrentado una de las olas de violencia más graves de los últimos años. En los últimos tres días, el país ha vivido una escalada de ataques con motobombas y artefactos explosivos que han afectado principalmente a cascos urbanos del departamento del Cauca. Uno de los atentados más graves se registró en la subestación de Policía del corregimiento de Mondomo, en Santander de Quilichao, dejando una estela de destrucción y temor entre la población civil.
Las afirmaciones
En respuesta a estos hechos, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, anunció una recompensa de hasta 300 millones de pesos por información que conduzca a la captura de los autores intelectuales y materiales de estos atentados, como el destacado caso de alias Iván Mordisco, quien se ha visto fuertemente acorralado por las autoridades en los últimos días. El funcionario afirmó que la paz “no depende de la voluntad de los terroristas sino de la acción efectiva del Estado”, subrayando la determinación del gobierno para enfrentar esta arremetida violenta con todos los recursos del Estado.
Según fuentes del Ministerio de Defensa, estos ataques serían una reacción desesperada de los carteles del narcotráfico frente al cerco cada vez más estrecho de la fuerza pública. Las acciones terroristas estarían relacionadas con el accionar de las disidencias del grupo conocido como ‘Mordisco’, actualmente blanco de una intensa operación militar y policial en la región.
La logística
La Policía Nacional ha desplegado importantes recursos logísticos para contener esta amenaza. Desde el aire, ha apoyado las operaciones con tres aeronaves —dos helicópteros UH-60 y un avión DC3—, completando más de 98 horas de vuelo en tareas de vigilancia, transporte y respuesta rápida en las zonas afectadas por la violencia.
El gobierno insiste en que no dará marcha atrás en su ofensiva contra los grupos armados ilegales y hace un llamado a la ciudadanía para que colabore proporcionando información que permita desarticular estas estructuras criminales. Las autoridades aseguran que la recompensa de hasta 300 millones de pesos es una medida concreta para avanzar en la captura de quienes buscan sembrar el terror y frenar el avance de la seguridad en el país.




