El Gobierno Nacional radicó en el Congreso la nueva reforma tributaria o Ley de Financiamiento, una propuesta que ya genera debate entre expertos y preocupación en la ciudadanía por el posible impacto en el costo de vida.
El proyecto plantea un incremento del IVA en diversos sectores, lo que afectaría productos y servicios como la gasolina, cirugías plásticas, vehículos híbridos, licores, actividades religiosas y contenidos digitales. Además, las boletas para conciertos y espectáculos cuyo valor supere los $500.000 pasarían a tener un IVA del 19%.
En materia financiera, la iniciativa propone una sobretasa al sector bancario, la modificación del impuesto al patrimonio —que se cobraría desde las 40.000 VT con hasta seis tarifas diferentes—, así como la eliminación de ciertos beneficios tributarios para contribuyentes con dependientes y altos ingresos.
También se busca incrementar la carga impositiva sobre ganancias ocasionales y dividendos enviados al extranjero, lo que, según analistas, podría desincentivar la inversión y aumentar la presión fiscal sobre las clases medias y altas del país.
La discusión en el Congreso promete ser intensa, pues mientras el Gobierno defiende la reforma como necesaria para fortalecer el recaudo, sectores sociales y económicos advierten que podría afectar la estabilidad financiera de los hogares colombianos.




