Una nueva tormenta se desató en Garzón luego de que la profesora Claudia Muñoz, exdocente de la Institución Educativa El Recreo – sede Filo Platanares, rompiera el silencio y denunciara públicamente al rector del plantel. Según su testimonio, durante el tiempo que laboró allí fue víctima de presunto acoso laboral y sexual, una situación que asegura marcó su experiencia profesional y personal.
Muñoz, con voz firme pero visiblemente afectada, relató episodios que habría vivido en la institución, describiendo actitudes intimidantes, comentarios fuera de lugar y un ambiente hostil que la llevó a renunciar. Lo más preocupante, dijo, es el riesgo de que las estudiantes puedan estar expuestas a situaciones similares, sin mecanismos efectivos de protección.
Preocupación
El pronunciamiento de la docente encendió las alarmas entre padres de familia y líderes sociales de la región. “No se trata solo de un conflicto laboral, aquí está en juego la seguridad de nuestras hijas”, expresó un representante de la comunidad educativa. La denuncia revive la pregunta sobre qué tan preparados están los colegios para garantizar espacios seguros y libres de violencia de género.
Algunos padres aseguran que, pese a comentarios que circulaban en la zona, no se habían tomado medidas disciplinarias ni se conocían investigaciones formales. El caso, dicen, revela un vacío en la supervisión institucional y en los protocolos de denuncia dentro del sector educativo.
Silencio
Hasta el momento, la Secretaría de Educación del Huila no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el caso, lo que ha generado críticas por parte de la opinión pública. “El silencio institucional no puede convertirse en complicidad”, manifestó un docente del municipio, recordando que el Estado tiene la obligación de garantizar entornos seguros para el aprendizaje.
La comunidad exige que se investiguen a fondo los hechos denunciados por Claudia Muñoz y se determinen responsabilidades. Además, solicitan acompañamiento psicosocial para los estudiantes y protocolos claros que permitan actuar con celeridad ante cualquier señalamiento.
Debate
La denuncia ha trascendido más allá de Garzón, abriendo un debate regional sobre el acoso en entornos escolares y el papel de las autoridades educativas en la prevención. Organizaciones de mujeres y colectivos de derechos humanos ya se han pronunciado, recordando que estos casos no deben quedar en el olvido ni convertirse en simples rumores.
El caso de Claudia Muñoz se suma a una lista de denuncias que, según líderes locales, ya existían contra el rector, lo que aumenta la presión sobre las autoridades competentes. La pregunta que queda en el aire es si esta vez se actuará con contundencia o si la comunidad volverá a enfrentar la impunidad.



