La alcaldesa Johana Aranda cumplió uno de los compromisos más anhelados por la comunidad de la comuna 7 al oficializar la legalización del barrio La Mansión, un proceso que llevaba más de una década en trámite. Con esta decisión, más de 250 familias reciben hoy la garantía de habitar un territorio reconocido plenamente por la ciudad.
La formalización permitirá que la zona acceda a recursos públicos y a planes de desarrollo que durante años parecían lejanos. Obras de pavimentación, reposición de redes de acueducto y alcantarillado, adecuación de parques y mejoramiento de vías peatonales son algunos de los proyectos que se podrán gestionar a partir de ahora.
Durante el acto de entrega, la mandataria resaltó la importancia de este paso para los habitantes del sector. “Ya pueden aplicar a los mejoramientos de vivienda, ya pueden acceder a todo lo que el gobierno les va a entregar, a las titulaciones que es la segunda etapa. Espero que podamos hacerlo de la mano y que ustedes puedan tener en sus manos las escrituras de sus viviendas y que le puedan dejar legado a sus hijos”, señaló Aranda.
La legalización de La Mansión no solo representa un avance en materia urbanística, sino también un acto de justicia social para cientos de familias que construyeron su territorio en medio de dificultades. Hoy, esa comunidad puede afirmar que vive en un espacio digno y reconocido oficialmente.
Gladys Melo, habitante del sector, expresó su satisfacción por este logro histórico: “Sabemos que este logro no habría sido posible sin su liderazgo, visión social y sensibilidad hacia las comunidades que por tantos años han estado en el olvido. Hoy La Mansión se siente oficialmente parte de Ibagué, con derechos y con futuro”.
El anuncio marca un antes y un después para la comuna 7, pues abre la puerta a nuevas oportunidades de inversión y crecimiento. Asimismo, fortalece la confianza de la ciudadanía en procesos de legalización que transforman realidades. Con este reconocimiento legal, la Administración Municipal ratifica su compromiso con la formalización de asentamientos humanos que, durante años, quedaron al margen del desarrollo urbano.
La comunidad de La Mansión inicia ahora una etapa decisiva, en la que se consolidará el proceso de titulación y se gestionarán proyectos que mejoren la calidad de vida de sus habitantes, cerrando así una larga historia de informalidad.
