Con las celebraciones navideñas aumentan las reuniones, muchas de ellas alrededor de la mesa y del compartir de los alimentos en el hogar, entre amigos, vecinos o en el trabajo. En estos días también se pueden presentar intoxicaciones y/o enfermedades gastrointestinales por la mala manipulación en la preparación y almacenamiento de las cenas de navidad y fin de año.
Expertos en seguridad alimentaria del programa de Ingeniería de Alimentos de la Universidad de La Salle comparten algunas sugerencias para prevenir estas situaciones al momento de adquirir, preparar, congelar y descongelar los alimentos.
A continuación, conoce las recomendaciones:
Compra y descongelado adecuado

Se recomienda adquirir los alimentos en lugares de confianza para asegurar que el producto con el que va a cocinar se encuentre en buen estado.
“La forma adecuada de identificar que un alimento está en proceso de descomposición, es a través de su color, olor y textura; no se puede confiar solo en la fecha de vencimiento, es necesario revisar bien los alimentos antes de comprarlos”, comenta Patricia Chaparro docente del programa de Ingeniería de Alimentos de la Universidad de La Salle, quien explica el proceso correcto para descongelar los alimentos antes de prepararlos.
“En el caso del pollo o pavo, tenga en cuenta que el método ideal para deshelar es dentro de la misma nevera, es decir, trasladarlo del refrigerador a la parte baja de la nevera. Aunque el proceso puede durar más de 12 horas, es el apropiado para asegurar que el descongelado sé de manera completa y uniforme”.
Almacenar alimentos cocinados

Es habitual que después de la cena de navidad y año nuevo se guarde la comida que no se consumió para realizar el tradicional calentado durante los días siguientes. “En este procedimiento es importante tener en cuenta que el pavo, el pollo y el cerdo se debe congelar; este proceso se debe hacer en recipientes herméticos.
Además, es necesario separar los alimentos crudos y cosidos para evitar la contaminación cruzada”, comenta Chaparro.
Tiempo ideal para el consumo

Hay alimentos que se conservan por un tiempo largo y otros por periodos cortos. Hay que estar muy atentos en el momento que se mezclen, teniendo en cuenta que esto contamina los alimentos.
La experta lasallista recomienda que “aunque un producto como el pavo puede durar en buen estado hasta cuatro meses congelado a menos 18 grados, es necesario saber que al momento de guardar el producto debe estar porcionado, ya que si se vuelve a sacar del congelador es para consumo inmediato.
Alimentos como la carne, el pollo y el cerdo se deben consumir máximo en las siguientes 24 horas posterior a su preparación. Lo mismo se debe hacer con los alimentos que contengan lácteos, como los postres o las salsas, que son productos de consumo rápido, puesto que, si no se manipulan de forma adecuada, pueden generar una intoxicación”.
Cantidad necesaria

En esta temporada es habitual realizar cenas grandes en la que normalmente sobra mucho alimento que no se puede almacenar porque ha tenido manipulación o contacto con la saliva. Para no tener que desecharlos por razones de bioseguridad, es mejor comenzar a realizar cenas con porciones contadas, es decir, cocinar solo lo que se va a consumir.
“Los invito a que nos sumemos a buscar procesos sostenibles, a no botar alimentos, para que no sigamos aumentando el número de toneladas de alimentos desperdiciados en el mundo que está incrementando la brecha frente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como es el caso del ODS ‘hambre cero’”, concluye la docente lasallista.




