Padres de familia de la Institución Educativa Escuela Normal Superior iniciaron un plantón indefinido en las instalaciones del colegio, denunciando el incumplimiento por parte de la Secretaría de Educación Departamental, que afecta la salud, seguridad y calidad educativa de más de 800 estudiantes y docentes.
La protesta se mantendrá hasta que las autoridades educativas atiendan de manera presencial las peticiones de la comunidad, quienes alertan sobre la precaria situación de las instalaciones y la falta de condiciones básicas para una educación digna. La comunidad educativa hace un llamado urgente a las autoridades para que tomen acciones inmediatas y garanticen el derecho fundamental a una educación segura y de calidad.
Agua contaminada
Angie Vanessa Cerquera, madre de familia y vocera del movimiento, aseguró que la situación con el agua potable es crítica. “El suministro es insuficiente para la cantidad de estudiantes y profesores que hay en la institución. Lo peor es que el agua que llega está contaminada con níquel, un metal pesado tóxico que puede causar graves daños a la salud. Es inadmisible que sigamos exponiendo a los niños a estas condiciones,” explicó.
Cerquera también denunció el estado de las infraestructuras, señalando que varios salones están construidos con asbesto, un material prohibido por la ley colombiana desde 2019 por su alta toxicidad y riesgo de cáncer. “Firmamos compromisos con la Secretaría para que se realizaran las obras necesarias y hasta el momento no se ha cumplido nada. La negligencia es evidente,” afirmó.
Por su parte, Jorge Aros, otro vocero y padre de familia, manifestó que la rectora intentó frenar la protesta y trasladar las reuniones a la ciudad de Neiva, lo que generó rechazo en la comunidad. “Queremos que las soluciones se den aquí, en la Normal, porque es aquí donde los estudiantes sufren estas condiciones precarias. No nos moveremos hasta que nos den respuestas claras y acciones concretas,” puntualizó.
Salones inseguros
La comunidad también advierte que la conexión de agua potable, que es de media pulgada, es insuficiente para abastecer a toda la población estudiantil y docente, lo que agrava aún más la situación de salud y bienestar.
Además, denuncian que los salones donde estudian los niños están en condiciones deplorables. Un arquitecto que visitó la escuela calificó los espacios con asbesto como inapropiados incluso para otros usos distintos a la educación. A pesar de los compromisos firmados para remodelar, las obras no se han ejecutado.
Asimismo, preocupa la intención de fusionar grados en estos salones inseguros, lo que aumentaría el hacinamiento, perjudicaría la calidad educativa y expondría aún más la salud de los estudiantes y docentes.
Exigen respuestas
Los padres de familia hacen un llamado urgente a las autoridades de control, como la Procuraduría, la Defensoría del Pueblo y demás entidades, para que investiguen estas presuntas negligencias y violaciones de derechos fundamentales.




