En el municipio de Gigante, la comunidad educativa de la Institución Educativa Sósimo Suárez protagonizó una jornada de protesta pacífica en las instalaciones del colegio. Estudiantes y padres de familia alzaron su voz para pedir la renuncia del rector Eduardo Silva, a quien señalaron de mala gestión administrativa y académica, además de presuntos maltratos verbales contra alumnos y acudientes.
La manifestación se desarrolló en medio de pancartas, consignas y testimonios cargados de inconformidad, en los que los participantes reclamaron la intervención inmediata de las autoridades educativas del departamento.
Malestar creciente
Según denunciaron los asistentes, las peticiones para mejorar la situación del colegio no eran nuevas. Padres y estudiantes aseguraron que en repetidas ocasiones habían elevado reclamos ante las directivas de la institución y ante la Secretaría de Educación, pero hasta la fecha no habían recibido respuestas efectivas.
La falta de soluciones concretas llevó a que la comunidad decidiera movilizarse. Entre las principales quejas se señalaron la deficiente infraestructura, el mal estado del restaurante escolar y la ausencia de un ambiente sano para el aprendizaje.
Amanda Garzón Olarte, madre de familia, expresó su indignación: “Queremos aclarar que este paro no es contra los docentes, es contra el rector pidiendo que este señor se vaya de nuestra institución. No es justo que un líder educativo tenga maltratos verbales contra los estudiantes y hacia los padres de familia”, dijo con firmeza.
Reclamos puntuales
Los manifestantes también advirtieron que el colegio lleva años sin mostrar avances significativos en materia de infraestructura. “Recuerdo cuando mi hijo hizo octavo aquí y hoy sigue igual, con el restaurante escolar en malas condiciones y la infraestructura pésima”, relató la vocera de los padres de familia.
Las denuncias incluyeron además un señalamiento hacia el rector por presuntas conductas que afectarían la convivencia escolar y el respeto hacia la comunidad educativa. “Queremos una persona que llegue con amor propio a levantar este colegio”, afirmó la madre de familia, insistiendo en la necesidad de un liderazgo distinto.
Los padres argumentaron que los estudiantes merecían una educación digna y un colegio en mejores condiciones, sin ser blanco de discriminación ni de tratos indebidos.
Respuesta esperada
La protesta generó expectativa en Gigante y se espera que en los próximos días siguientes la Secretaría de Educación Departamental interviniera para escuchar a los manifestantes y buscar salidas que permitan normalizar la vida académica en la institución, ya que además la comunidad pide que se garantice un proceso transparente, en el que prime el bienestar de los estudiantes y se construya una solución definitiva.
