Gabriel Boric, presidente de Chile, se comprometió a continuar impulsando el proceso constitucional, luego de que el domingo en el plebiscito constitucional se impusiera la opción del «Rechazo» a la propuesta de nueva carta magna que redactó la Convención Constitucional.
«Me comprometo a poner todo de mi parte para construir, en conjunto con el Congreso Nacional y la sociedad civil, un nuevo itinerario constituyente que nos entregue un texto que, recogiendo los aprendizajes de este proceso, logre interpretar a una amplia mayoría ciudadana», afirmó el mandatario.
Este fin de semana se dieron cita 13 millones de personas y quienes rechazaron la propuesta de la nueva constitución.sectores políticos y acordar plazos, límites y marcos estratégicos.
El mandatario señaló que el triunfo del Rechazo a la nueva Constitución significó un mensaje claro de la ciudadanía, «el pueblo chileno dijo fuerte que no quedó satisfecho con la propuesta que la Convención presentó a Chile, y eso nos exige a las autoridades, a los actores políticos, que trabajemos con más empeño y más diálogo, y avanzar en crear un texto que nos interprete a todos».
El resultado del plebiscito constitucional fue de un 61% para la opción del Rechazo a la nueva Constitución, y un 38 por ciento para quienes buscaban adoptar el texto de 388 artículos que durante un año escribió la Convención Constitucional.
Boric informó que este lunes se reunirá en la sede de Gobierno, el palacio de La Moneda, con líderes parlamentarios y de los partidos políticos para trazar las directrices que permitirán continuar con el proceso constituyente.
VOTACIÓN VOTOS PORCENTAJE
Apruebo 4.651.092 38,08%
Rechazo 7.563.786 61,92%
Nuevas reuniones:
El proceso constituyente continuará adelante, pero los partidos políticos y parlamentarios deben acordar cómo se deberá desarrollar el mismo, cómo se debe elegir una nueva Convención, en qué fechas y con cuáles reglas. Este deseo comenzó tras un aumento en el precios del dólar en las tarifas del metro y una ola de manifestaciones que dejaron un saldo de 30 muertos.
El deseo del cambio en Chile quedó sepultado y dejando a un país polarizado. Ahora seguirá conservando el mismo sistema de leyes con raíces en la cruel dictadura del general Augusto Pinochet, quien gobernó de 1973 a 1990.




