El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, rechazó y condenó los hechos ocurridos en Huila y Meta, donde la Fuerza Pública fue obstaculizada en capturas y operaciones militares por integrantes de las disidencias de las FARC, quienes utilizaron a la población como escudos humanos.
El jefe de la cartera, de origen boyacense, advirtió con firmeza: “Cuando se cierran las puertas a la Fuerza Pública, se abren al crimen”. En este sentido, recalcó que el Gobierno no permitirá que grupos ilegales limiten la acción del Estado ni que se ponga en riesgo la autoridad de las instituciones.
Para contrarrestar estos hechos, Sánchez anunció la entrega de una recompensa de hasta 100 millones de pesos a quienes proporcionen información que permita ubicar y capturar a los responsables de estas acciones violentas.
El ministro también aprovechó su declaración para reiterar el compromiso del Gobierno con la seguridad ciudadana y la defensa de la institucionalidad democrática, pilares que —según dijo— no pueden ser vulnerados por estructuras criminales.
Las declaraciones de Sánchez se dan en un contexto de creciente tensión en algunas regiones del país, donde las comunidades han sido instrumentalizadas por grupos armados ilegales para obstaculizar el accionar de la Fuerza Pública, generando no solo riesgos para la seguridad de los uniformados, sino también para la vida e integridad de los propios civiles.
Con este mensaje, el Gobierno busca enviar una señal de autoridad y confianza a la ciudadanía, ratificando que la seguridad nacional y la protección de los colombianos se mantienen como una prioridad en la agenda estatal.