Este viernes 17 de enero, el presidente de la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), César Pachón Achury, estará en Sutamarchán para reunirse con los productores de tomate y cebolla de Boyacá. Según la ADR, el objetivo es fortalecer la agroindustrialización y el cooperativismo. Sin embargo, surge una pregunta importante: ¿realmente estos encuentros son efectivos o solo sirven para aparentar que se está trabajando por el campo?
Aunque se destaca la intención de escuchar a los agricultores, las experiencias pasadas muestran que reuniones como estas no siempre se traducen en acciones concretas. Los productores enfrentan problemas estructurales como la falta de acceso a mercados justos, los bajos precios de sus productos y la escasa infraestructura en el campo. ¿Será este otro encuentro de promesas vacías, o finalmente se escucharán las verdaderas preocupaciones y se tomarán decisiones que transformen la realidad del agro en Boyacá?
Si bien la presencia de Pachón y su equipo en el territorio puede parecer positiva, los agricultores de la región merecen mucho más que una jornada en la que se recogen inquietudes sin un compromiso claro para solucionar los problemas. La Reforma Agraria debe ir más allá de los discursos y convertirse en una política pública real que apoye a los pequeños y medianos productores, quienes son la columna vertebral de la economía rural en Boyacá.
Esperemos que esta visita no sea solo un acto de imagen, sino el inicio de un proceso real de apoyo y transformación para los productores que luchan a diario por hacer que sus cultivos sobrevivan a las dificultades del mercado y el cambio climático.




