El gobierno del presidente Gustavo Petro decidió pedir la renuncia de tres de sus ministros luego de la elección de Carlos Camargo como nuevo magistrado de la Corte Constitucional, en una votación que significó un revés para la Casa de Nariño.
Los funcionarios que deberán salir del gabinete son Antonio Sanguino (Trabajo), Julián Molina (TIC) y Diana Morales (Comercio). Los tres habían llegado al Ejecutivo como representantes de los partidos Verde, de La U y Liberal, respectivamente, sectores que hacen parte de los aliados tradicionales del gobierno.
La solicitud fue hecha directamente por Angie Rodríguez, directora del Dapre. La aceptación de las renuncias recaerá en el ministro del Interior, Armando Benedetti, quien cumple funciones presidenciales mientras Petro se encuentra en Japón. Incluso la salida de Morales, que acompaña al mandatario en ese viaje, está incluida en la decisión.
La derrota en el Congreso
El detonante fue la votación en el Senado del pasado miércoles, cuando Carlos Camargo, exdefensor del pueblo, obtuvo 62 votos, superando ampliamente a la candidata respaldada por el gobierno, la jueza María Patricia Balanta, que solo logró 41 apoyos.
Durante la jornada, el Ejecutivo habría advertido a congresistas de los partidos aliados que perderían cuotas en el gobierno si no votaban por Balanta, según confirmaron legisladores liberales y de La U. Sin embargo, la presión no surtió efecto y el resultado evidenció el quiebre de la ya frágil coalición oficialista.
Con este movimiento, Petro comienza a reconfigurar su gabinete y a marcar distancia de los sectores que, a pesar de ocupar ministerios, no respaldaron al Ejecutivo en una de las votaciones más relevantes en el Congreso.




