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El anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acerca de imponer aranceles más altos a China, Europa y numerosos países de Latinoamérica, generó respuestas a nivel global.
El Ministerio de Comercio chino exigió a Estados Unidos «eliminar de inmediato» los nuevos impuestos que «vulneran el crecimiento económico global». Además, declaró que implementarán «acciones contrapuestas para proteger sus derechos e intereses». Un emisario diplomático le instó a solucionar las discrepancias económicas y comerciales «mediante diálogos equitativos, respetuosos y mutuos».
Por unanimidad, el Congreso de Brasil aprobó un proyecto que proporciona al Ejecutivo instrumentos para hacer frente a los obstáculos comerciales de Trump. La «ley de reciprocidad económica» obtuvo el visto bueno de la Cámara de Diputados, después de obtener un día previo el aval del Senado.
El mandatario de Colombia, Gustavo Petro, sostuvo en una publicación en la red social X que los nuevos impuestos de Estados Unidos podrían representar «un error significativo». Sin embargo, en una segunda publicación, también afirmó que su nación -sujeta a un impuesto aduanero del 10%- puede beneficiarse y aprovechar esta política de Trump, al igual que el resto de Latinoamérica, fabricando productos más económicos en el mercado de Estados Unidos.




