Estas minas habían sido objeto de una suspensión de operaciones desde marzo, cuando una explosión de gas metano trágica causó la pérdida de 21 vidas. Desde entonces, la ANM se ha mantenido firme en su compromiso de permitir únicamente la reanudación de actividades mineras en condiciones seguras para los trabajadores involucrados.
En los últimos meses, la ANM llevó a cabo arduas evaluaciones y rigurosas inspecciones técnicas en las bocaminas afectadas. Como resultado de este minucioso proceso de análisis, la Agencia Nacional de Minería comprobó que se han cumplido todas las obligaciones de seguridad industrial y que se han implementado las medidas necesarias para garantizar la integridad y bienestar de los trabajadores mineros.
