La Copa Argentina vive esta tarde un duelo de alto voltaje en los cuartos de final, cuando Racing Club y River Plate se enfrenten a partir de las 4:00 p.m. en un partido que promete emociones intensas y un componente especial de recuerdos y reencuentros. Con dos de los equipos más tradicionales del país en disputa, el choque tendrá además un condimento colombiano que no pasa desapercibido.
Juan Fernando Quintero, hoy en su tercer ciclo con River Plate, se mide a Racing, club con el que escribió una página dorada de su carrera al consagrarse campeón de la Copa Sudamericana en su paso por la “Academia”. Su retorno a la camiseta millonaria le brinda la oportunidad de reencontrarse con un rival que le trae buenos recuerdos, pero al que ahora enfrentará con la convicción de seguir dejando huella en Núñez.
El colombiano, que en River ya sabe lo que es ser héroe de finales internacionales, se ha convertido en una pieza de recambio estratégico para Marcelo Gallardo. El “Muñeco” sabe que Quintero puede desequilibrar un partido con su visión de juego y su pegada de media distancia, lo que lo convierte en una de las cartas a observar esta tarde en el estadio neutral donde se desarrollará la llave.
Por su parte, Racing cuenta con otro representante cafetero: Duván Vergara. El extremo se ha ganado un lugar importante en el esquema de Gustavo Costas, aportando velocidad, desborde y capacidad de desequilibrio por las bandas. Su duelo frente a la defensa millonaria será uno de los atractivos principales, especialmente considerando que Racing necesita amplitud y vértigo para superar a un equipo tan sólido como River.
El banquillo también tiene su duelo particular. Marcelo Gallardo, emblema indiscutido de la era reciente de River, busca un nuevo título nacional que sume a su extenso palmarés. En frente estará Gustavo Costas, un hombre de la casa en Racing, que vive con intensidad su proyecto y quiere devolverle a la “Academia” la grandeza en el plano local e internacional.
El cruce no solo define a un semifinalista de la Copa Argentina, también tiene implicaciones emocionales para ambos conjuntos. Racing quiere revancha deportiva en un torneo que podría marcar su año, mientras que River aspira a mantener su hegemonía y seguir en carrera por otro título bajo la conducción de Gallardo.
Con el atractivo añadido de los colombianos y el morbo de ver a Quintero reencontrándose con un viejo amor futbolístico, el partido promete ser un espectáculo de alto nivel. Los hinchas aguardan expectantes un clásico copero cargado de historia, talento y la posibilidad de que se escriba un nuevo capítulo memorable en el fútbol argentino.
