Los legisladores desean que el partido Alternativa para Alemania (AfD), considerado como de tendencia extremista, sea prohibido. Es poco probable que lo logre.
No se sabe con certeza el resultado. Sin embargo, un grupo de diputados de diferentes partidos tiene la intención de intentar hacerlo. Este jueves, 17 de octubre de 2024, 37 diputados, liderados por el cristianodemócrata Marco Wanderwitz, emitieron una declaración en la que piden la eliminación del partido Alternativa para Alemania (AfD), considerado en parte como de extrema derecha.
Carmen Wegge, una socialdemócrata, destacó que en Alemania la democracia ya fue eliminada de manera democrática y que esto ha llevado al continente al desastre. Wanderwitz dijo que el objetivo es evitar que un partido de extrema derecha vuelva a tener poder en Alemania después del terrible imperio del nacionalsocialismo.
El AfD ya cuenta con una gran influencia. Con 77 miembros en el Bundestag, se convirtió en la bancada más grande en el estado federado de Turingia después de los comicios locales de septiembre. Además, en las elecciones regionales de Sajonia y Brandeburgo, su caudal de votos aumentó significativamente.
Sin embargo, renunciará a su participación en esos gobiernos regionales debido a que ningún otro partido político desea unirse o colaborar con él.
El fallo del Tribunal Constitucional
En el artículo 21 de la Constitución alemana se establece que son inconstitucionales los «partidos que buscan violar el orden democrático liberal o eliminarlo, o que pongan en peligro la existencia de la República Federal de Alemania». Si este es el caso, la decisión recae en el Tribunal Constitucional alemán. El Gobierno federal, el Bundestag, y la cámara de los 16 estados federados, el Bundesrat, tienen la capacidad de presentar una solicitud de este tipo.
Los promotores de la petición actual, incluyendo líderes políticos de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), del Partido Socialdemócrata (SPD), Los Verdes y La Izquierda, esperan que su propuesta sea debatida en el Parlamento en diciembre o enero.
Para obtener el respaldo de la mayoría de los 736 miembros del Bundestag, será necesario que lleven a cabo una ardua labor de persuasión. Los líderes políticos, incluido el canciller Olaf Scholz, tienen dudas sobre la conveniencia de prohibir a AfD, que tiene representación en 14 de los 16 parlamentos regionales.
Eso no sería suficiente para que los votantes cambiaran sus creencias. El presidente del Consejo Central de los Judíos de Alemania, Josef Schuster, también opina que una prohibición no es la solución adecuada para alejar a los votantes de AfD de su ideología.
