Veedores de Sotaquirá han expresado su preocupación por el actuar de la empresa Elite Blu, que ha comenzado a construir reservorios e invernaderos de plástico, desoyendo un informe de Corpoboyacá que documentó serias anomalías en el manejo del agua. A pesar de que el informe no es vinculante hasta que se formalice, los veedores consideran que esta actitud refleja una falta de respeto hacia la comunidad y las autoridades locales.
La situación ha escalado, ya que, según los veedores, se han despejado alrededor de seis hectáreas para los invernaderos, a pesar de que informes de la Oficina de Planeación Municipal alertaron sobre irregularidades en la aplicación de las normas de uso del suelo. Esto ha llevado a que la comunidad sienta que el valle de Sotaquirá se está transformando en un «mar de plástico», lo que podría tener repercusiones ambientales significativas.
Las quejas de la comunidad también se centran en el impacto de estos cultivos en el recurso hídrico de la zona, que es vital para la agricultura local y la supervivencia de los ecosistemas circundantes. Los veedores han solicitado a las autoridades que tomen medidas para garantizar el cumplimiento de las normativas ambientales y de planificación territorial, argumentando que la expansión desmedida de la agricultura intensiva puede comprometer la sostenibilidad del área.