Las llamadas “ciudades de misiles” son instalaciones militares subterráneas que Irán ha construido bajo sus montañas. Se trata de redes de túneles fortificados donde almacena y despliega misiles de distintos tipos, en secreto y con protección natural.
Estas bases están diseñadas para resistir ataques aéreos y mantenerse operativas incluso bajo bombardeo, gracias a su profundidad: algunas estarían enterradas hasta 500 metros bajo tierra.
Inspirados por ideas del estratega militar Carl von Clausewitz sobre el uso del terreno en la guerra, los militares iraníes han aprovechado la geografía del país para ocultar estas estructuras. Irán afirma tener muchas de estas ciudades, cuyo número exacto y ubicación siguen siendo confidenciales.
Para Israel y sus aliados, estas instalaciones representan una amenaza estratégica, ya que permiten a Irán mantener capacidad ofensiva con misiles de corto y mediano alcance, incluso si sus bases aéreas o centros de comando fueran atacados. Esto aumenta el riesgo de una escalada militar en caso de conflicto directo.




