Qué se sabe sobre los correos de Epstein donde se menciona que Trump «pasó horas» con una víctima de explotación sexual

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El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, controlado por los demócratas, publicó más de 20.000 páginas de documentos relacionados con el caso del magnate Jeffrey Epstein, condenado por abuso sexual y tráfico de menores. Entre los archivos divulgados se incluyen correos electrónicos entre Epstein, su antigua socia Ghislaine Maxwell y otras figuras públicas, entre ellas el autor Michael Wolff, conocido por sus libros sobre el expresidente Donald Trump.

Los documentos, según los demócratas, buscan arrojar luz sobre las relaciones que Epstein mantuvo con personas influyentes y el alcance de su red de contactos. Sin embargo, la publicación generó una inmediata reacción política: los republicanos respondieron liberando su propio conjunto de archivos, alegando que los demócratas actuaron de manera sesgada y con la intención de construir una “falsa narrativa” para dañar la imagen del presidente Trump.

Uno de los correos electrónicos más destacados data de 2011, donde Epstein le escribe a Ghislaine Maxwell diciendo: “Ese perro que no ha ladrado es Trump… (la víctima) pasó horas en mi casa con él.” A lo que Maxwell responde: “He estado pensando en eso…”. En la versión censurada del correo se omitió el nombre de la víctima, pero en la versión completa aparece el nombre “Virginia”, refiriéndose a Virginia Giuffre, quien fue una de las principales denunciantes del caso Epstein y que se suicidó en abril de este año.

Ante la publicación de su nombre, la Casa Blanca aseguró que Giuffre “reiteró en varias ocasiones que Trump nunca estuvo involucrado en ningún acto indebido” y que el entonces empresario fue “siempre amable” con ella durante las pocas veces que coincidieron. El representante demócrata Robert Garcia, responsable de la publicación de los archivos, explicó que los nombres de las víctimas fueron inicialmente censurados para proteger su privacidad y respetar los deseos de sus familias.

Otro bloque importante de documentos corresponde a la correspondencia entre Epstein y el periodista Michael Wolff. En los correos, Epstein y Wolff discuten estrategias de comunicación relacionadas con la imagen de Trump, especialmente durante su campaña presidencial de 2015. En uno de los mensajes, Wolff sugiere que si Trump niega haber tenido contacto con Epstein o haber estado en sus propiedades, eso podría ofrecerle a Epstein una “ventaja mediática y política”. Wolff incluso insinúa que Epstein podría usar esa información para perjudicar a Trump o, si fuera necesario, “salvarlo”, generando así una deuda política.

En un correo posterior, fechado en octubre de 2016, días antes de las elecciones presidenciales, Wolff le propone a Epstein conceder una entrevista para “acabar con Trump”, sugiriendo que podría beneficiarse públicamente si hablaba en su contra. Finalmente, en un mensaje de enero de 2019, Epstein le comenta a Wolff que “Trump dijo que me pidió que renunciara” —en referencia a su supuesta membresía en el club Mar-a-Lago—, y añade que “por supuesto, sabía de las chicas, ya que le pidió a Ghislaine que parara”.

Tras la revelación de estos correos, Wolff confirmó en redes sociales la autenticidad de parte del intercambio y afirmó que lleva tiempo intentando publicar detalles sobre la relación entre Epstein y Trump. Además, su más reciente libro, All or Nothing: How Trump Recaptured America, aborda cómo el expresidente logró sobreponerse a múltiples escándalos y causas judiciales para recuperar la presidencia en 2024.

Desde la Casa Blanca, la portavoz Karoline Leavitt descalificó la publicación de los archivos, calificándola como una maniobra política y una distracción frente a otros temas nacionales. Según Leavitt, los documentos fueron filtrados selectivamente a medios “progresistas” con el fin de desprestigiar a Trump. Reiteró que el presidente “expulsó a Epstein de su club hace décadas por acosar a empleadas, incluida Giuffre”, y que los correos no demuestran ningún delito ni implicación directa.

Finalmente, el caso sigue generando fuertes repercusiones políticas y mediáticas. Mientras los demócratas sostienen que la publicación busca transparencia sobre las redes de poder que protegieron a Epstein durante años, los republicanos lo interpretan como un intento de manipulación electoral para erosionar la imagen de Trump de cara a su segundo mandato.

La BBC, que sigue analizando los documentos, informó que continuará publicando actualizaciones a medida que se procesen las miles de páginas liberadas.


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