Uno de los caracteres más emblemáticos es Daenerys Targaryan, interpretada por Emilia Clarke, quien reveló recientemente su sorpresa al estar tan bien después de haber sufrido dos aneurismas mientras daba vida a la poderosa Khaleesi, madre de los dragones.
En un reciente episodio de Sunday Morning, programa de BBC One, Clarke recordó los desafíos que supuso aquella terrible experiencia y admitió que hoy en día se sorprende de vivir con total normalidad. «Con la cantidad de cerebro que tengo inutilizado, es increíble que sea capaz de hablar, a veces articuladamente, y vivir mi vida con total normalidad sin ninguna repercusión».
La actriz incluso dijo que a veces le causa gracia reconocer que le falta una buena parte de su masa cerebral, la cual perdió durante esos episodios de salud que tuvieron lugar a principios de 2011, cuando apenas culminaba la primera temporada de ‘Game of Thrones‘. “Pertenezco a una muy, muy, muy pequeña minoría de personas que sobreviven a eso”, y es que realmente los aneurismas pueden representar un riesgo muy serio, e incluso la muerte, aunque no lo fue para la inigualable Khaleesi.
Según contó en un ensayo de su autoría para la revista The New Yorker, estaba muy estresada con la atención que recibía de la noche a la mañana por el rotundo éxito de la serie de HBO, era algo inesperado y agobiante. Se sentía expuesta, vulnerable y de paso, presionada al enterarse de que era inspiración para las jóvenes que admiraban el rol que interpretaba.
Fue en esa época cuando sintió una presión muy fuerte en su cabeza mientras entrenaba. Se desmayó, quedó sumergida en lo que llamó una nube de inconsciencia y le fue diagnosticada una hemorragia subaracnoidea la cual, según se explica en el portal de la Clínica Mayo, es una “emergencia médica que suele manifestarse cuando un vaso sanguíneo inflamado en el cerebro se revienta (aneurisma). Si no se trata inmediatamente, puede provocar daños permanentes en el cerebro o la muerte”.




