
Imagen: Radivoje Pavicic/dpa/picture alliance
Las semanas recientes han evidenciado la rapidez con la que puede modificar la situación en diferentes regiones del mundo bajo la dirección del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. ¿Cómo interpretan esto Bosnia, Kosovo y Serbia?
Los tres conflictos yugoslavos de los años 90, ocurridos en Croacia (1991-95), Bosnia y Herzegovina (1992-95) y Kosovo (1999), finalmente se solucionaron bajo la dirección de Estados Unidos. A partir de aquel momento, dos misiones militares bajo la dirección de la UE y la OTAN aseguran la paz en Bosnia y Kosovo. Sin embargo, la condición en los Balcanes Occidentales ha experimentado un deterioro constante durante los dos últimos años.
Espiral de violencia desde diciembre de 2022
Tras la petición de Belgrado, la capital serbia, de que los representantes de la minoría serbia en Kosovo abandonaran las instituciones del Estado kosovar -justicia, policía y administración-, el presidente serbio Aleksandar Vucic movilizó fuerzas militares en la frontera norte del país adyacente.
Wolfgang Ischinger, un ex diplomático alemán, acusó a Vucic de aspirar a «parecer un pequeño Putin». «Me indigna cómo Vucic y el liderazgo de Serbia están intensificando el conflicto.» Asumo toda la responsabilidad de esta escalada únicamente a Belgrado.
Por otro lado, Vucic sostuvo que su Ejército salvaguardaría a la minoría serbia en Kosovo. En Belgrado, la dirección continúa aludiendo a Kosovo, que abandonó el control serbio en 1999, como «nuestra provincia del sur».
Durante 2023, la situación se agravó aún más: en mayo, grupos violentos serbios causaron la muerte de 90 militares de la misión de paz de la OTAN en Kosovo (KFOR).

