Armando Benedetti, el exsenador y actual embajador de Colombia ante la FAO, es una figura rodeada de controversia, escándalos y sombras. Su nombre ha sido asociado con una serie de incidentes que van desde la corrupción hasta el maltrato familiar, pasando por el tráfico de influencias y la violencia intrafamiliar. A pesar de todo, el presidente Gustavo Petro sigue protegiendo a Benedetti, levantando serias dudas sobre lo que realmente se esconde tras esta inquebrantable lealtad.
Benedetti no es ajeno a las investigaciones judiciales. Su nombre apareció repetidamente en la decisión de la Corte Suprema de Justicia que resultó en la captura de los excongresistas Musa Besaile y Bernardo ‘Ñoño’ Elías, ambos involucrados en el escándalo de corrupción de Fonade. Según el fallo,habría vendido cupos indicativos a Besaile y participado en la intermediación ilegal de contratos, acciones que beneficiaron a una red de corrupción que operaba en las altas esferas del poder. La Corte menciona que Benedetti, junto con Besaile y Elías, manejó millonarios recursos de Fonade para enriquecerse ilícitamente, deshonrando su papel como servidor público.
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Pero la corrupción no es el único estigma en la carrera El embajador también ha sido señalado por problemas personales graves, incluyendo violencia intrafamiliar. El canciller Luis Gilberto Murillo no dudó en censurar cualquier tipo de violencia contra la mujer y confirmó que el caso de Benedetti fue remitido a la Oficina de Control Interno Disciplinario. Sin embargo, a pesar de la gravedad de las acusaciones, sigue en su cargo, lo que alimenta la sospecha de que su poder y conexiones dentro del gobierno van más allá de lo que se ha revelado hasta ahora.
Los audios filtrados entre Benedetti y Aída Merlano, exrepresentante a la Cámara prófuga de la justicia, agravan aún más la situación. En estas conversaciones, Benedetti se jacta de haber gestionado $15.000 millones para la campaña presidencial de Petro y amenaza con revelar los nombres de quienes financiaron la campaña en la costa Atlántica. Estas afirmaciones no solo implican a Benedetti en una red de corrupción electoral, sino que también salpican directamente al presidente Petro, quien hasta ahora ha optado por mantener a Benedetti en su círculo cercano, a pesar del riesgo de hundir su propia administración en un mar de escándalos. QUÉ MÁS SABE BENEDETTI
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