¿Qué ha pasado con la estafa de Antares Guarín y Divantoque S.A.S.?

Afectados en Duitama exigen justicia por incumplimientos en entrega de viviendas y retención de dinero.
[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]
Compartir en

Constructora en el centro de la polémica

La constructora Antares Guarín y Divantoque S.A.S., representada por Nelson Guarín Dueñas y Yolanda Lucía Divantoque, enfrenta desde hace años fuertes acusaciones en Duitama por presunta estafa inmobiliaria. Entre las denuncias se destacan la venta duplicada de inmuebles, incumplimientos en la entrega de viviendas y retención injustificada de dinero, dejando a decenas de familias afectadas.

A pesar de la gravedad del caso, los perjudicados temen que el proceso quede en el olvido por la falta de denuncias recientes y limitada visibilidad mediática.

Víctimas alzan la voz

Un ciudadano afectado ha utilizado las redes sociales para visibilizar la problemática y llamar a la acción. «Con la vivienda de las familias no se juega», manifestó, invitando a otros damnificados a formalizar sus denuncias para que las autoridades investiguen y aceleren el proceso judicial.

Por su parte, Nelson Guarín Dueñas ha defendido su gestión, atribuyendo los problemas a los efectos de la pandemia, crisis económicas y temas de salud. Según Guarín, trabaja en un plan de reorganización empresarial para cumplir con las obligaciones pendientes. Sin embargo, las víctimas consideran que estas explicaciones no son suficientes y demandan soluciones efectivas e inmediatas.

Clamor por respuestas inmediatas

Mientras otros casos de estafa en la región avanzan, este parece estancado. Las familias afectadas exigen que las autoridades den prioridad al caso y que los responsables enfrenten las consecuencias legales.

“No más excusas, necesitamos respuestas concretas”, señalaron los denunciantes, quienes recalcan la urgencia de obtener justicia y reparación.

El futuro de este caso depende de la presión de los ciudadanos y de las decisiones de las autoridades judiciales. Por ahora, las familias continúan luchando para que su voz sea escuchada y sus derechos sean respetados.



Compartir en