La insulina es una hormona producida por las células beta del páncreas en los islotes de Langerhans (constituyen el 60% del islote) cuya función principal es intervenir en el metabolismo de la glucosa (hidrato de carbono) que proviene de la alimentación o la producida dentro del organismo.
La insulina permite la entrada de glucosa en las células, fundamentalmente musculares y grasas, para que tengan energía y al tiempo favorece el almacenaje de glucosa en forma de glucógeno en el hígado y en el músculo, principalmente. Cuando se ha acumulado suficiente glucógeno, el resto de la glucosa, facilitado por la insulina, se transforma en grasa que queda almacenada en los adipocitos (células grasas).
Pero tiene más acciones. Entre las principales están:
1. Sobre los hidratos de carbono
Facilita la entrada de glucosa en las células para aportar energía (en las células del cerebro la glucosa entra sin necesidad de insulina).
Facilita el depósito de glucosa en forma de glucógeno en el hígado y los músculos, principalmente.
Intervine en la transformación del exceso de glucosa en grasa y su acúmulo en los
adipocitos.
2. Sobre las grasas y las proteínas
Facilita la formación de grasas (lipogénesis)
Inhibe la escisión de las grasas en ácidos grasos (lipolisis)
Facilita el transporte de aminoácidos a las células que son la base para la
formación de proteínas
