Dormir es un gran placer para muchos, pero la apnea del sueño puede ser una tortura para otros. Esta condición afecta a quienes experimentan interrupciones en la respiración o un flujo de aire insuficiente durante el sueño. A pesar de las graves consecuencias que puede tener, la información disponible sobre esta afección sigue siendo limitada.

Para abordar este problema, el Consorcio AOS, compuesto por la Universidad Javeriana, el Hospital San Ignacio, el Instituto del Corazón y con el apoyo de Colciencias y universidades internacionales, comenzaron un estudio de cinco años con el objetivo de ampliar el conocimiento sobre la apnea del sueño.
El investigador principal, Felipe Uriza, respondió algunas preguntas comunes sobre la apnea del sueño y destacó que tiene múltiples causas, incluyendo factores genéticos, ambientales y corporales. Se ha observado que las personas afro y las obesas están más predispuestos a desarrollarla debido a características anatómicas específicas.
La apnea del sueño se manifiesta a través de fuertes ronquidos seguidos de una pausa respiratoria de más de diez segundos, que puede ir acompañada de un jadeo cuando la persona intenta respirar nuevamente. Este patrón se repite varias veces durante la noche, lo que altera el sueño y puede llevar a la fatiga y somnolencia diurnas.
La salud se ve significativamente afectada por la apnea del sueño, ya que aumenta el riesgo de accidentes y baja productividad. Además, se ha relacionado con complicaciones cardiovasculares, diabetes y alteraciones mentales y neurológicas. El estudio busca determinar el alcance de estas afectaciones en el país.
