¿Qué es el síndrome de Estocolmo y por qué ocurre?

¿Qué es el síndrome de Estocolmo y por qué ocurre?
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El síndrome de Estocolmo es un fenómeno psicológico en el que una persona secuestrada o víctima de abuso desarrolla vínculos emocionales positivos hacia su agresor. Este comportamiento puede parecer irracional, pero en realidad es una estrategia inconsciente de supervivencia frente al trauma extremo.

El término fue acuñado en 1973, luego de un robo a un banco en Estocolmo, Suecia, donde varios rehenes terminaron defendiendo a sus captores después del rescate, incluso rechazando testificar en su contra.

¿Por qué ocurre esta respuesta emocional?

Este síndrome se origina como un mecanismo de defensa psicológica. Ante el miedo constante y la impotencia, algunas víctimas crean un lazo emocional con su agresor, viéndolo como una figura protectora si muestra alguna señal de humanidad o cuidado.

El cerebro interpreta estos gestos como esperanza, generando una especie de empatía distorsionada. En situaciones de encierro, dependencia o abuso prolongado, estas respuestas pueden volverse intensas y duraderas.

Señales del síndrome de Estocolmo

No todas las personas expuestas a secuestros o abusos desarrollan este síndrome, pero algunas señales comunes incluyen:

  • Defender o justificar las acciones del agresor
  • Negarse a colaborar con autoridades o rechazar ayuda externa
  • Sentimientos de afecto, dependencia o gratitud hacia el captor
  • Culparse a sí misma por la situación vivida

Estos síntomas no implican debilidad mental, sino una reacción adaptativa a un entorno de amenaza extrema.

Ejemplos conocidos del síndrome

Además del caso que dio origen al nombre, hay otros ejemplos emblemáticos. Uno es el de Patty Hearst, heredera estadounidense secuestrada en 1974, quien terminó participando en delitos junto a sus captores. También se ha documentado el síndrome en algunas víctimas de violencia doméstica o abuso infantil, aunque el contexto varía.

¿Cómo se trata este síndrome?

El tratamiento del síndrome de Estocolmo debe realizarse con acompañamiento psicológico especializado. La terapia ayuda a:

  • Reconstruir la autoestima
  • Procesar el trauma vivido
  • Identificar distorsiones cognitivas
  • Romper los vínculos emocionales dañinos

El apoyo familiar y social también es clave en la recuperación emocional.

Reflexión final

El síndrome de Estocolmo no es una elección consciente ni un signo de debilidad. Es una manifestación compleja del poder que el trauma puede tener sobre la mente humana. Comprender este fenómeno es un paso hacia una atención más empática a las víctimas y una intervención terapéutica adecuada.


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