Tras lanzar un ataque sin precedentes contra Irán, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu afirmó que su objetivo es “acabar con la amenaza nuclear y de misiles balísticos del régimen islámico”. Sin embargo, sus palabras dirigidas directamente al pueblo iraní han generado interrogantes sobre la verdadera intención detrás de la ofensiva.
En un mensaje en inglés, Netanyahu llamó a los iraníes a rebelarse contra lo que calificó como un “régimen maligno y opresor”, asegurando que las operaciones militares israelíes buscan “abrirles el camino hacia la libertad”.
Mientras se intensifican los bombardeos y se amplía el alcance de los objetivos, algunos analistas creen que más allá de la defensa estratégica, Israel podría estar apostando por desestabilizar al régimen iraní desde adentro, alentando una posible revuelta popular. Otros ven en estas acciones un intento de reafirmar su liderazgo regional y responder con fuerza a años de tensiones latentes.




