En días pasados se dio a conocer acerca del fallecimiento de una mujer identificada como Silvia Carlina Viteri Mora, de aproximadamente 30 años de edad y oriunda del municipio de San Miguel en el departamento del Putumayo, quien perdió la vida en un ataque armado mientras se desplazaba en un vehículo tipo motocicleta al parecer junto a su cuñada en inmediaciones de la vía el corregimiento de La Cabaña con Bordones en el Huila.
Este tramo de la vía, que conecta varias veredas rurales, se convirtió en escenario de un atentado que acabó con la vida de la mujer.
El ataque ocurrió en horas de la tarde al parecer del pasado 14 de marzo, cuando, según versiones de testigos, un vehículo se acercó a las motociclistas y comenzaron a disparar en repetidas ocasiones. La víctima fue alcanzada por los disparos en la espalda, lo que causó que cayera al suelo gravemente herida. La agresión fue fulminante, y aunque su cuñada intentó reaccionar rápidamente y poner a salvo a Silvia, los sicarios lograron huir del lugar antes de que se pudiera dar aviso a las autoridades.
Tras el crimen, varios vecinos de la zona se acercaron al lugar y alertaron a la policía, quienes llegaron minutos después para tratar de prestar los primeros auxilios a la víctima. Sin embargo, debido a la gravedad de las heridas, Silvia Carolina Viteri Mora no pudo sobrevivir y falleció en el lugar de los hechos.
Las autoridades junto con los investigadores de la Policía Judicial, iniciaron de inmediato las labores correspondientes para esclarecer los motivos detrás de este crimen y dar con los responsables. La Seccional de Investigación Criminal, Sijín, fue la encargada de realizar la inspección técnica del cadáver y el levantamiento de pruebas, mientras se implementaba un operativo para rastrear el vehículo en el que se trasladaban los sicarios.
Silvia Carolina Viteri Mora era oriunda de San Miguel, Putumayo, y se encontraba en la región del Huila visitando a familiares cuando ocurrió la tragedia. Su familia, al enterarse de su muerte, se vio profundamente afectada, ya que Silvia era una mujer trabajadora y conocida en su comunidad por su amabilidad y dedicación. Los habitantes de San Miguel y los cercanos a la víctima lamentaron su partida y pidieron justicia para esclarecer lo ocurrido.




