El presidente ruso, Vladimir Putin, se disculpó el 28 de diciembre por el trágico accidente de un avión de Azerbaijan Airlines (AZAL) que se estrelló el 25 de diciembre en Kazajistán. Durante una conversación telefónica con su homólogo azerbaiyano, Ilham Aliyev, Putin admitió que el sistema antiaéreo ruso estaba activo en el momento en que el avión azerbaiyano intentaba aterrizar. No obstante, no aclaró si el avión fue alcanzado por misiles rusos.
El accidente ocurrió mientras el avión, un Embraer 190 con 67 personas a bordo, trataba de aterrizar en Grozny, Rusia. En ese momento, las ciudades cercanas estaban siendo atacadas por drones ucranianos, y las fuerzas rusas repelieron los ataques. El presidente de Azerbaiyán, Aliyev, señaló que los daños en el fuselaje del avión y las heridas sufridas por los pasajeros sugerían una “interferencia física y técnica externa”.
Las autoridades de Kazajistán confirmaron 38 muertos, y expertos occidentales sugieren que los agujeros en el fuselaje del avión podrían ser causados por misiles. La vicepresidenta de la Unión Europea, Kaja Kallas, pidió una investigación internacional independiente, comparando el incidente con el derribo del vuelo MH17 de Malaysian Airlines en 2014.
