La capital huilense se vistió de folclor, sombreros, trajes bordados y alegría contagiosa con el tradicional desfile de traje campesino, uno de los eventos más esperados del 64° Festival del Bambuco en San Juan y San Pedro. Al ritmo de rajaleñas, tamboras y zapateo, las 20 candidatas al Reinado Departamental desbordaron gracia, carisma y orgullo opita por las principales calles de Neiva, mientras el pueblo entero festeja, El Extra se tomó las aceras, esquinas y balcones para aplaudir cada paso.

La avenida circunvalar se convirtió en pasarela viva de la cultura huilense. Desde temprano, las familias llevaron sus sillitas, termos de café, sombrillas y hasta las mascotas disfrazadas de campesinas, porque aquí, quien no sale, lo ve por redes. Ni el sol inclemente ni los remolinos de harina y maicena impidieron que grandes y chicos gozasen esta cita con la tradición.
Las reinas, con una sonrisa permanente, desfilaron portando orgullosas los atuendos típicos de sus municipios. En cada volante, paso cruzado o saludo con pañuelo blanco, contaban historias de café, caña y herencia cultural. Isabel Sofía Parra (El Agrado), Laura Valentina Cáceres (La Plata), Yuly Loreth Quintero (Gigante), Paula Andrea Grats (Pitalito) y todas las demás aspirantes al trono bambuquero, encantaron con su energía, estilo y autenticidad.

Entre rajaleñas y pitos, cada carroza fue un espectáculo aparte: guadua, flores de papel, cestos de yuca y plátano, y campesinos de cartón que parecían salidos de un mural, mostraron la creatividad de cada delegación. No faltaron las tradicionales estampas como el molino, la cocina de leña, el pilón de arroz y, claro, la infaltable pareja de viejitos bailadores, que cada año arranca carcajadas y selfies por doquier.
Y como buen festival, el público también fue protagonista. “Esto no es solo desfile, ¡es patrimonio vivo!”, exclamaba doña Gladys, quien desde hace 40 años no se pierde el desfile. Mientras tanto, jóvenes con camisetas de “Team Neiva” lanzaban espuma con precisión olímpica, y vendedores de raspados y achiras hacían su agosto en pleno junio.
Las notas del sanjuanero acompañaron el recorrido hasta el sector más conocido como el Tizón, donde culminó la jornada con una lluvia de aplausos. Las candidatas seguirán participando en eventos culturales, encuentros musicales y entrevistas ante el jurado que elegirá a la próxima Reina Departamental del Bambuco.

Este desfile, más que una tradición, reafirma la identidad huilense en su máximo esplendor. Porque en Neiva, cuando suena el tiple y la tambora, hasta el que no baila, menea el alma. Y así, entre risas, sombreros volando y pañuelos ondeando, el Festival del Bambuco sigue latiendo fuerte en el corazón de su gente.




