La comunidad educativa del Liceo Integrado de Bachillerato de la Universidad de Nariño atraviesa un momento de profunda incertidumbre. Profesores, estudiantes y padres de familia se declararon en pie de lucha ante la posibilidad de que el emblemático plantel cierre sus puertas definitivamente en el año 2028.
El Liceo, reconocido históricamente como uno de los mejores colegios del departamento y un referente nacional por sus altos estándares de calidad académica, enfrenta lo que muchos consideran una amenaza a la educación pública de excelencia en el suroccidente colombiano.
Durante este viernes, la institución vivirá una jornada de “Pupitrazo limpio”, una manifestación pacífica en la que toda la comunidad educativa busca visibilizar su rechazo a la eventual clausura del colegio y exigir soluciones concretas a las autoridades universitarias y gubernamentales.
“No estamos dispuestos a permitir que se extinga una institución que ha formado generaciones de nariñenses destacados. El Liceo no puede desaparecer, es parte del corazón educativo de la región”, manifestaron algunos docentes durante la convocatoria.
El malestar surgió luego de conocerse información que advertiría sobre la posible suspensión progresiva de actividades debido a dificultades administrativas y presupuestales. Aunque aún no existe un pronunciamiento oficial que confirme la medida, la preocupación ha crecido entre los miembros de la comunidad.
Padres de familia y estudiantes subrayan que el Liceo Integrado no solo representa un modelo académico de alto nivel, sino también un espacio de formación humana y social que ha dejado huella en la historia educativa del departamento.
La comunidad ha emitido un comunicado oficial en el que reiteran su llamado a las autoridades competentes para que se garantice la continuidad y sostenibilidad del Liceo, institución que por más de cinco décadas ha sido símbolo de identidad, disciplina y compromiso con la educación nariñense.
