En un duelo cargado de emociones y giros inesperados, el Paris Saint-Germain se proclamó campeón de la Supercopa de Europa al vencer 4-3 en la tanda de penales al Tottenham, después de igualar 2-2 en el tiempo reglamentario. El conjunto parisino, dirigido por Luis Enrique, logró revertir un marcador adverso en los minutos finales para llevar la definición hasta el punto fatídico.
El encuentro comenzó con dominio alterno, pero fue el Tottenham quien abrió la cuenta al minuto 39 por medio de Micky van de Ven, tras una jugada colectiva que dejó sin opciones al arquero del PSG. Apenas iniciado el segundo tiempo, Cuti Romero amplió la ventaja con un certero cabezazo al 48’, poniendo contra las cuerdas a los franceses.
El PSG reaccionó en el tramo final del partido. Lee Kang-in descontó al minuto 85 con un disparo cruzado que devolvió la esperanza a los parisinos. Cuando parecía que el título se escapaba, Gonçalo Ramos apareció en el tiempo añadido (90+4’) para firmar el empate con un gol de pura garra y oportunismo.
En la tanda de penales, el PSG mostró temple y precisión, anotando sus cuatro cobros contra tres de los ingleses. La figura del arquero parisino resultó clave al detener un lanzamiento decisivo, sellando así la victoria y el primer título europeo de la temporada para los de Luis Enrique.
El estratega español ya había mencionado en la previa que ganar todos los títulos posibles en una misma temporada era “un reto casi utópico”, pero con esta victoria confirma que su PSG está dispuesto a soñar en grande. Los parisinos han mostrado una plantilla sólida, con rotaciones eficientes y una mezcla letal de experiencia y juventud.
Con este nuevo trofeo, el PSG no solo inicia la campaña con pie derecho, sino que envía un mensaje claro a Europa: bajo la dirección de Luis Enrique, el club no solo aspira a la Champions, sino a marcar un ciclo histórico. El desafío de igualar –y quizá superar– aquel quintete ya está oficialmente en marcha.