Proyectos pecuarios de la I.E. La Inmaculada

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En la periferia de Versalles, a escasos cinco minutos de la cabecera municipal, la Institución Educativa La Inmaculada es ejemplo de la educación que revoluciona el campo. Al lado de las aulas, estudiantes y docentes trabajan con bovinos, gallinas ponedoras, conejos y porcinos, en cuatro proyectos pecuarios que hacen parte del Plan Especial para la Educación Rural (PEER) de la Gobernación del Valle del Cauca, con los que contribuyen a la seguridad alimentaria de este municipio.
 
En la granja de la institución educativa, siete semovientes producen, cada uno, un promedio diario de doce litros de leche. “Su alimentación tiene como base el uso de concentrados suplementados de forrajes proteicos, gramíneas y bloques nutricionales”, explica Andrés Felipe Pérez, estudiante de grado 11 sobre la unidad productiva de bovinos, que sobresale entre las iniciativas.

Su compañera Carolina Herrera cuenta que “para atender el mercado local se tienen cerdas de cría. El 50% de los lechones se utiliza para ceba dentro de la institución y el restante se vende a los porcicultores de la zona”.

En La Inmaculada también hay gallinas ponedoras, indica el estudiante Cristian Rodríguez y destaca que así “los habitantes de Versalles tienen como una de las fuentes alimentarias el consumo de huevo, que es rico en proteínas y de bajo costo”.

Son 200 gallinas Babcock Brown, que se encuentran en la semana 28 con un 97% de producción. Estas gallinas son alimentadas con concentrado y forrajes proteicos como lo son el nacedero, el bore y el orégano”, agrega Santiago Gallego, también de grado 11.


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