La comunidad de Subía, ubicada en el municipio de Silvania, Cundinamarca, salió nuevamente a protestar en la vía pública, exigiendo una solución inmediata a los problemas causados por la construcción de la nueva vía Bogotá-Girardot. Según los habitantes de la zona, la obra ha provocado la alteración de un importante nacimiento de agua, que es vital para su abastecimiento y bienestar.
Uno de los principales rostros de la protesta, María Imelda Díaz, manifestó su preocupación por el impacto que este proyecto ha tenido en la fuente hídrica, que desde hace décadas ha sido un recurso esencial para la comunidad. «Este nacimiento de agua nos ha abastecido durante muchos años, y ahora está en riesgo debido a las obras que se están realizando sin tener en cuenta las afectaciones ambientales y sociales que esto nos está causando», expresó Díaz, quien hizo un llamado a las autoridades a intervenir antes de que la situación se agrave aún más.
A las 9 de la mañana de hoy, se espera que representantes de la Concesionaria Vía Sumapaz, encargada de la construcción de la carretera, se reúnan con los manifestantes y personal de la CAR (Corporación Autónoma Regional) para analizar las peticiones de la comunidad y encontrar una solución viable para mitigar los daños a la fuente hídrica.
El bloqueo de la carretera ha generado inconvenientes a cientos de conductores y ha afectado el flujo normal de tránsito, un tema que también será abordado en la reunión. Los pobladores de Subia, sin embargo, insisten en que sus demandas sobre la protección del agua y el bienestar de la comunidad son prioritarias, y que las soluciones planteadas deben ser rápidas y eficaces para evitar mayores consecuencias.

