Miles de personas salieron a las calles en varias ciudades de Estados Unidos tras conocerse un fallo de la Corte Suprema que permite a cinco estados aplicar nuevas restricciones al aborto, limitándolo incluso en casos de violación o malformaciones fetales graves. Las protestas más grandes se registraron en Nueva York, Los Ángeles y Chicago, donde colectivos feministas, organizaciones civiles y ciudadanos expresaron su rechazo a lo que consideran un retroceso en derechos reproductivos.
El fallo ha generado una nueva ola de polarización política, con los republicanos celebrando el poder de decisión local y los demócratas anunciando una ofensiva legislativa a nivel federal. Presidenta del Senado, Kamala Harris, aseguró que buscarán proteger el derecho al aborto a través de una ley nacional. Mientras tanto, clínicas en los estados afectados han tenido que suspender servicios, dejando a miles de mujeres en situación de incertidumbre médica y legal.




