Protesta indígena en Bogotá: Policía interviene antes de quema de bus de TransMilenio

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En la madrugada de este jueves, se bloqueó la carrera 10.ª en Bogotá, donde un grupo de aproximadamente 30 indígenas, que habían llegado a la ciudad desde el lunes, exigió ser recibido por el presidente Gustavo Petro. La marcha, que tenía como objetivo reclamar el cumplimiento de promesas gubernamentales y la separación de organizaciones tradicionales como el Cric y la Onic, terminó en disturbios.

Desde las 5 de la mañana, los manifestantes se trasladaron desde la plaza de Bolívar hacia la carrera 10.ª, ocupando este importante corredor vial durante casi una hora. Esto causó que muchos usuarios del transporte público tuvieran que bajarse y continuar a pie hacia sus destinos. Testigos informaron que en la zona entre las calles 10 y 12, se vandalizó un bus articulado de TransMilenio y uno zonal.

La situación se tornó crítica cuando se retiró la tapa de acceso al combustible de un bus articulado y se introdujo un trapo, lo que, según un funcionario de la alcaldía, tenía la intención de provocar un incendio. Ante esto, las autoridades del Distrito y del Ministerio del Interior, que estaban acompañando la protesta, decidieron intervenir con la UNDMO (anteriormente Esmad). Gustavo Quintero, secretario de Gobierno de Bogotá, confirmó que la intervención se realizó de manera disuasiva y bajo protocolo, sin necesidad de pasar a una fase de contención.

En cuanto a las peticiones, Quintero mencionó que los indígenas no habían hecho solicitudes formales al Distrito, pero estaban insistiendo en reunirse con el presidente Gustavo Petro para presentar sus reclamos directamente. Aproximadamente 1.400 indígenas de Piendamó (Cauca) se habían asentado en la plaza de Bolívar y en la carrera 8.ª, a pesar de que la Alcaldía les ofreció el parque El Renacimiento para su alojamiento.

La presencia de la comunidad indígena en la plaza de Bolívar, cerca de importantes edificios gubernamentales, ha generado preocupación entre las autoridades, especialmente porque llegaron con pipetas de gas para cocinar y había niños y adultos mayores entre ellos. Aunque las manifestaciones comenzaron de manera pacífica, la situación se desbordó en la mañana del jueves, lo que llevó al Ministerio del Interior a suspender temporalmente los diálogos con los representantes indígenas. Sin embargo, se continuará buscando espacios para el diálogo.

El Ministerio también informó que está trabajando en coordinación con las comunidades indígenas para garantizar su atención integral y organizar su logística en la capital, aunque estas tareas se suspendieron tras los incidentes de violencia. En una sesión del Senado, líderes indígenas de Piendamó ofrecieron disculpas por los desmanes y aseguraron que habían sido infiltrados. Edwin Rivera, uno de los líderes, expresó que solo desean ser escuchados y llegar a un acuerdo. Por otro lado, la Minga Indígena Nacional no reconoció a los indígenas que protestan en Bogotá, afirmando que no pertenecen a sus estructuras organizativas ni siguen sus orientaciones políticas.


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