Desde las 8:00 de la mañana del jueves, la Ruta 45–06 que comunica a Neiva con Castilla permanece parcialmente bloqueada a la altura del kilómetro 52+200, en el sector Cruce El Patá, municipio de Aipe (Huila).
El cierre, protagonizado por cerca de 20 manifestantes de la vereda El Patá, responde al incumplimiento en la ejecución de las obras del acueducto veredal, una infraestructura clave para garantizar el acceso al agua potable de decenas de familias rurales.
De acuerdo con los voceros de la comunidad, la obra presenta retrasos de más de seis meses y ha afectado gravemente el suministro de agua. “Llevamos años esperando una solución y el proyecto sigue estancado. Nos cansamos de promesas incumplidas”, expresó uno de los líderes del sector.
Mientras persiste la manifestación, la Policía de Tránsito y el Ejército han dispuesto acompañamiento preventivo en la zona. Las autoridades han coordinado la apertura temporal de la vía cada hora durante 20 minutos, con el fin de permitir el paso controlado de vehículos y evitar un colapso total en el flujo hacia el norte del Huila.
Intervención
Ante la situación, la Secretaría de Gobierno del Huila, liderada por Jairo Garzón Conde, se trasladó hasta el lugar con el propósito de instalar una mesa de diálogo entre la comunidad, la Alcaldía de Aipe y representantes de la empresa contratista encargada del acueducto.
“El objetivo es escuchar las peticiones de los manifestantes y establecer compromisos verificables que permitan levantar el bloqueo lo antes posible”, indicó Garzón Conde, quien reiteró el llamado a la protesta pacífica y al respeto por la movilidad.
Por su parte, la Alcaldía de Aipe confirmó que se están gestionando los recursos pendientes para reactivar las obras, mientras se revisan los aspectos técnicos y financieros que habrían frenado la ejecución del proyecto.
Exigen soluciones
La comunidad exige la presencia de Empitalito y la Gobernación del Huila para garantizar la culminación de las obras y la puesta en marcha del acueducto antes de finalizar el año. “El agua no es un lujo, es una necesidad. No levantaremos el paro hasta tener compromisos serios”, afirmó uno de los habitantes.
La situación ha generado preocupación entre los transportadores y comerciantes del corredor vial, quienes advierten pérdidas económicas por los cierres intermitentes.
Mientras tanto, el gobierno departamental insiste en el diálogo como vía para resolver el conflicto y promete mantener presencia institucional permanente hasta alcanzar un acuerdo que permita devolver la normalidad a esta importante vía nacional.

															

