Protección y bienestar animal

La senadora animalista llega al municipio para hablar de sectores rurales y sus problemáticas.
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La visita de la senadora Esmeralda Hernández a Pitalito este viernes 10 de octubre no pasará desapercibida. Aunque su agenda oficial habla de un encuentro con animalistas y defensores del medioambiente, su presencia en el Huila tiene un tinte político que pocos pasan por alto: está en plena campaña interna del Pacto Histórico, buscando mantener su curul en el Senado.

El evento se realizará en el salón comunal del barrio Los Lagos, a las 7:00 p.m., donde se abordarán temas sensibles para la región como el bienestar animal, la gestión del agua, la protección de los humedales y la transparencia en la administración pública. Sin embargo, detrás de la narrativa ambientalista, crece la tensión entre quienes aplauden su defensa de los animales y quienes la señalan de promover leyes “urbanas” que chocan con la tradición campesina.

El legado

Hernández es autora de la Ley #NoMásOlé, que prohíbe las corridas de toros en Colombia, un proyecto que marcó un hito en la lucha por los derechos animales, pero que también la convirtió en blanco de duras críticas. En el Huila, donde las fiestas taurinas forman parte de la cultura popular, su iniciativa no fue bien recibida. Muchos la acusan de legislar desde Bogotá sin entender el valor simbólico y económico que estas tradiciones tienen en varias comunidades.

La senadora, por su parte, defiende su postura con firmeza. Asegura que su lucha no es contra el campesino ni contra las costumbres, sino contra el maltrato y la indiferencia institucional. “Defender la vida, toda forma de vida, es un acto político y ético”, suele afirmar en sus intervenciones.

Ambientalismo

Más allá del discurso ambiental, su paso por el sur del Huila tiene un claro objetivo electoral. La parlamentaria busca fortalecer su base en una región donde el progresismo aún enfrenta resistencia. Y aunque sus temas de bandera el agua, los animales y los ecosistemas generan empatía en ciertos sectores urbanos, en las zonas rurales muchos los perciben como lejanos o incluso amenazantes.

“Nos preocupa que desde el Congreso se legisle sin escuchar al campo”, comentó un dirigente agrario de Pitalito, quien insiste en que las leyes deben construirse “con los campesinos, no contra ellos”.

La senadora Esmeralda Hernández representa una nueva generación de política ambientalista, firme en su discurso y dispuesta a incomodar. Pero su visita a Pitalito vuelve a poner sobre la mesa el dilema del progresismo huilense: cómo defender el cambio sin desconectarse de la realidad territorial.

Su causa puede ser justa, pero el tono con que se defiende define si suma aliados o multiplica detractores. En el Huila, donde el toro, el río y la tierra son símbolos de identidad, Esmeralda llega a un terreno donde las ideas verdes aún deben aprender a convivir con las raíces.


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