Propietarios de buses del transporte colectivo en Cali exigen pagos atrasados por chatarrización

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Después de varias horas de protesta y bloqueo en una de las principales vías del norte de Cali, los propietarios y conductores del sistema de transporte público colectivo decidieron levantar el bloqueo que mantenían sobre la Avenida 2N.

La manifestación fue protagonizada por un nutrido grupo de transportadores que exigen el cumplimiento de los acuerdos relacionados con la chatarrización de sus vehículos, un proceso que, según denuncian, lleva más de una década de retraso por parte de las autoridades.

El punto de encuentro fue el Centro Administrativo Municipal (CAM), donde los manifestantes se reunieron con funcionarios de la Alcaldía de Cali, Metro Cali y la Secretaría de Movilidad. Tras el diálogo, se logró restablecer la circulación vehicular, aunque no se resolvieron los reclamos de fondo.

Deuda pendiente

Alejandro Torres Giraldo, vocero de los manifestantes, afirmó que al menos 710 buses fueron entregados por sus propietarios en el marco del proceso de chatarrización, pero hasta la fecha no han recibido el pago prometido por parte del municipio.

Según sus cálculos, cada bus tendría un valor promedio entre 70 y 90 millones de pesos, lo que representa una deuda total que superaría los 50 mil millones. Esta situación ha generado una crisis económica para decenas de familias que vivían del transporte colectivo.

“Nos prometieron que al entregar nuestros buses nos pagarían, pero eso nunca pasó. Llevamos más de diez años esperando y cada vez nos dicen algo distinto”, aseguró Torres, visiblemente molesto por la falta de respuestas claras.

Los propietarios también han denunciado que algunos de los vehículos fueron desmontados sin que se firmaran actas oficiales, lo que dificultaría aún más los procesos de reclamación. En algunos casos, los buses fueron destruidos completamente, dejando a sus dueños sin posibilidad de uso o reventa.

La Procuraduría ha tenido conocimiento del caso y ha intervenido en algunas mesas técnicas, pero los transportadores consideran que no ha habido avances significativos y que las promesas de pago se repiten cada administración sin resultados.

Diálogo pendiente

Aunque el levantamiento del bloqueo se logró tras una reunión con delegados de la Alcaldía, los manifestantes insistieron en que no se trató de una solución definitiva. Por el contrario, advirtieron que se mantendrán en estado de alerta y que podrían retomar las protestas en caso de no obtener respuestas concretas.

Entre sus principales exigencias está una reunión directa con el alcalde Alejandro Eder, a quien señalan de mantener distancia con el gremio y no ofrecer soluciones de fondo. “Necesitamos que el alcalde nos escuche y nos diga cuándo nos va a pagar. Ya estamos cansados de tanta dilación”, manifestó uno de los transportadores.

Por su parte, la Secretaría de Movilidad explicó que el proceso de chatarrización ha estado sujeto a procedimientos legales y presupuestales, y que se están revisando los expedientes uno a uno para determinar los pagos pendientes.

La entidad reconoció que existen demoras acumuladas por años anteriores, pero aseguró que la actual administración está comprometida con destrabar el proceso. Sin embargo, no ofrecieron una fecha precisa de desembolso, lo que generó mayor molestia entre los afectados.

Metro Cali, responsable de coordinar parte del proceso, también ha sido señalada por la lentitud en la ejecución de los acuerdos. Los manifestantes cuestionan que mientras se hacen inversiones en otros frentes del sistema de transporte, a ellos se les niega un derecho adquirido.

El transporte público colectivo ha sido desplazado progresivamente por el sistema masivo MIO, lo que implicó el retiro de gran parte de los buses tradicionales. La chatarrización fue concebida como un mecanismo de compensación, pero su ejecución ha sido lenta y poco transparente.

Cali enfrenta una crisis de movilidad compleja, donde el mal estado del MIO, los reclamos de los colectivos y el incremento del transporte informal agravan la situación. Los transportadores afirman que su paciencia se agota y que el incumplimiento solo genera más desconfianza.

Por ahora, el tránsito en la Avenida 2N está normalizado, pero el conflicto permanece latente. Los conductores y propietarios exigen no solo el pago de lo adeudado, sino también respeto por parte de las instituciones que, según ellos, han incumplido sistemáticamente.

Las autoridades locales indicaron que se convocará una nueva mesa técnica para la próxima semana, pero los transportadores advierten que, si no se presentan soluciones concretas, volverán a movilizarse en las calles de la ciudad.


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