En la localidad de Kennedy, al sur de Bogotá, una profesora de preescolar fue capturada y judicializada por presuntamente haber abusado sexualmente de una niña de cuatro años, estudiante del colegio donde trabajaba. Según la denuncia de la madre de la menor, la docente habría aprovechado su posición para realizar tocamientos de índole sexual a la menor entre el 30 de abril y el 13 de junio de 2025, hechos que fueron denunciados por los familiares de la víctima tras notar un comportamiento extraño en la niña.
La Fiscalía General de la Nación imputó a la docente, identificada como Erika Vanesa Orrego Velandia, el delito de actos sexuales con menor de 14 años agravado. Sin embargo, en las audiencias concentradas, la acusada negó los cargos en su contra y por disposición de un juez de control de garantías fue enviada a prisión preventiva mientras se adelanta la investigación. La defensa sostiene la presunción de inocencia, un principio fundamental en el proceso judicial que debe garantizar un juicio justo y evitar prejuzgamientos.
El caso ha puesto en alerta a la comunidad educativa y a las autoridades distritales, que han activado los protocolos de atención para la víctima y han ofrecido acompañamiento a la familia, en cumplimiento de la Ley 1098 de 2006, el Código de Infancia y Adolescencia, que establece la protección integral y el restablecimiento de derechos para niños y adolescentes víctimas de violencia. La Secretaría de Educación de Bogotá ha reiterado su compromiso con la protección de la niñez y la colaboración con las autoridades para esclarecer los hechos.
La investigación se sustenta además en el dictamen del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, que ha confirmado indicios de abuso en la menor. No obstante, la defensa de la profesora insiste en que se debe garantizar un proceso riguroso y respetar el debido proceso, pues la acusación aún no ha sido probada en juicio. Mientras tanto, las autoridades continúan indagando si existen otros posibles casos similares en el mismo entorno escolar.
El episodio se enmarca en un contexto preocupante para Bogotá, donde según cifras oficiales, en lo que va del año se han reportado más de 300 casos de presunto abuso sexual infantil, además de otros tipos de violencia contra menores. Expertos advierten que estas cifras podrían ser solo la punta del iceberg debido al subregistro de denuncias. Por ello, el Distrito ha intensificado campañas pedagógicas y comunitarias para la prevención de la violencia infantil y la promoción del buen trato hacia la niñez.
