Dos de sus exalumnos, de 17 y 18, secuestraron al maestro, de 40 años, quien posteriormente arrojó su cuerpo golpeado a un río donde habitan cocodrilos al noreste de Ciudad de México. Esta es la historia de terror.
El maestro que le impartió clases de manera virtual a sus dos victimarios en el bachillerato provocó una gran cantidad de emociones en la localidad donde vivía el hecho, que se volvió viral rápidamente en las redes sociales.
¿Cuál fue la situación?
En Álamo Temapache, al noreste de Ciudad de México, se encontró el vehículo abandonado en un camino rural.
Días más tarde, la familia del maestro recibió una llamada telefónica anónima en la que se les solicitó que pagaran $100.000 dólares para su liberación, lo que equivale a alrededor de $417 millones de pesos colombianos.
Lamentablemente, al no ser una familia adinerada o con algún recurso financiero, no pudieron abonar el monto mencionado.
La familia de Diego no pudo reunir todo el dinero debido a su mala situación económica, por lo que no pudieron recibir el rescate.
No contamos con esa cantidad de dinero. María Amada del Socorro, tía del docente, comentó a los medios locales que vivimos de sueldo en sueldo.
Según la investigación, al no pagar y no cumplir con las demandas de la llamada, los dos secuestradores golpearon a Diego hasta que casi lo mataron y lo arrojaron en un río llamado Pantepec, donde habitan cocodrilos.
Después de visitar la ubicación y llevar a cabo una búsqueda minuciosa el 9 de agosto pasado, las autoridades descubrieron el cuerpo del maestro de 40 años en un estado de descomposición.
La tía de la víctima, quien pudo reconocerlo, dijo que los jóvenes secuestradores «tiraron el cuerpo en el río donde hay cocodrilos con la intención de que se deshicieran de él». El hombre falleció a pesar de la intención.
Los adolescentes fueron arrestados
Después de casi un mes de investigaciones, las autoridades lograron identificar a los responsables. Los jóvenes fueron arrestados y capturados porque se encontraron algunas pertenencias de Diego en su poder, lo que confirmó su culpabilidad.
