En Colombia, en el sector TI y de tecnología hay una gran demanda de talento que no ha podido ser suplida. Además, pesar de que se ha venido trabajando en estrategias entre el sector público, privado y el gobierno, hay una contingencia por solucionar: a pesar de que existe el talento, aún se presentan brechas que no permiten suplirlo conforme a las necesidades del mercado.
Según cifras del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (MinTiC), para 2025 se calcula que Colombia tendrá una brecha de talento digital de entre 68 mil y 112 mil desarrolladores de software y según la Sociedad Colombiana de Ingenieros, la demanda de programadores en Colombia cuenta con un déficit de 80 mil personas.
Lo importante de este contexto, es que como se mencionó, sí existe el talento, pero debemos continuar con la tarea titánica de implementar acciones para potenciarlo, desarrollando perfiles según las necesidades que están teniendo los clientes.
Por ejemplo, uno de los principales motivos de la falta de talento es que un gran porcentaje de los colaboradores en la industria no habla inglés, de acuerdo con el estudio EF English Proficiency Index (EPI), de la firma Education First, el cual mide el nivel de inglés de los países, Colombia ocupa la posición número 77 del listado, quedando además en la clasificación de Muy Bajo.
Además, los profesionales manejan las herramientas técnicas, pero no el segundo idioma, que hoy en día es tan indispensable para llegar a otro nivel. Es algo que la industria exige para brindar servicios multinacionales y de calidad.
La necesidad se basa en que gran parte de las empresas desarrolladoras de software y tecnología tienen como clientes organizaciones de Estados Unidos y Europa, por lo que, para atender sus requerimientos, se necesita una comunicación fluida en inglés.
John Howard, VP y Country Manager de la firma SoftServe, dijo que “hay una gran cantidad de personas que piensan que para estar en el sector necesitan formarse a través de programas universitarios de cinco años de duración y que les costarán mucho dinero; eso ya no es así. En la actualidad, hay alternativas que permiten adquirir habilidades técnicas en un periodo más corto. Esto gracias a las comunidades técnicas, donde hay intercambio de conocimiento o experiencias.”
También existen talleres de formación que capacitan en un periodo muy corto de tiempo; quienes logran cumplirlos exitosamente, tendrán la capacidad de agregar valor a una empresa. Incluso, hay programas cuya matrícula es gratuita y dan la opción que cuando los estudiantes los finalicen y se ubiquen laboralmente, podrán iniciar a pagar con un porcentaje de su sueldo; abriendo así una alternativa para quienes no cuentan con los recursos, pero generando la ventana para conseguir un puesto de trabajo.
Agregó que “estamos contribuyendo a la formación de talento y personas; somos conscientes que lo más importante es dar crecimiento profesional a todos los que forman parte de la industria. Hay que convertirlos en aliados para que, de manera conjunta, se puedan desarrollar y lleguen al siguiente nivel, potencialicen sus capacidades, contribuyendo a seguir siendo un sector innovador”.
En otras palabras y sin duda, el trabajo debe ser conjunto entre el desarrollador (colaborador) y una compañía que le brinde herramientas y procesos, aclarando que la persona es la dueña de su crecimiento profesional.
El país entendió la necesidad de potenciar el talento del sector TI y está haciendo la tarea. Ahora el reto, es seguir apoyando a la industria con políticas que dinamicen y consoliden la creación de software nacional, donde el pilar, sin lugar a dudas, seguirá siendo la formación y la capacitación.




