Proceso bajo la lupa

El Concejo ordenĂ³ repetir el examen para elegir al nuevo Contralor Municipal.
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La elección del nuevo Contralor Municipal de Neiva se convirtió en un nuevo foco de controversia política. El pasado 5 de octubre, la Universidad del Tolima entidad encargada del concurso público aplicó la prueba de conocimiento, pero la jornada terminó envuelta en polémica por una serie de irregularidades que hoy obligan a repetir el examen.

El presidente del Concejo de Neiva, Juan Carlos Parada, confirmó que la decisión fue adoptada tras constatar situaciones “exógenas al desarrollo normal del proceso”, entre ellas la intervención del Procurador Regional, quien informó a los aspirantes sobre una actuación preventiva en curso contra la Mesa Directiva; además, un participante tomó una fotografía del cuadernillo de evaluación sin autorización, provocando una suspensión de cerca de media hora. A esto se sumó el ingreso tardío de algunos concursantes.

En duda

Parada fue enfático en aclarar que el Concejo no tiene injerencia directa en el contenido ni en la aplicación de la prueba, funciones que pertenecen exclusivamente a la Universidad del Tolima. “Nuestra labor es garantizar la transparencia del proceso y supervisar que se cumplan las reglas”, afirmó.

Sin embargo, el episodio ha desatado duras críticas desde distintos sectores políticos y ciudadanos, que cuestionan la falta de control y la poca planeación del concurso. Algunos concejales, en condición de reserva, sostienen que los errores logísticos y la intervención de la Procuraduría ponen en entredicho la imparcialidad del proceso y la credibilidad del cabildo.

Admite fallas

En un comunicado, la Universidad del Tolima reconoció que se presentaron hechos ajenos a su control institucional que pudieron afectar la percepción de transparencia y confianza pública. La institución manifestó su plena disposición para repetir la prueba el próximo 19 de octubre, buscando restablecer la legitimidad del concurso y garantizar la igualdad de condiciones entre todos los aspirantes.

Aunque la repetición de la prueba se plantea como una medida correctiva, el episodio deja al descubierto una preocupante fragilidad en los procesos de meritocracia local. Lo que debía ser un ejercicio técnico y transparente terminó convertido en un nuevo capítulo de desgaste institucional.

La pregunta que queda en el aire es si este segundo intento logrará despejar las dudas o si, por el contrario, seguirá alimentando la desconfianza ciudadana en la forma como se eligen los órganos de control en Neiva. Mientras tanto, el Concejo insiste en su compromiso con la transparencia, aunque el eco de la polémica aún resuena en los pasillos del cabildo.


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