A lo largo del primer año de gobierno de Gustavo Petro en Colombia, uno de los temas recurrentes en su agenda ha sido la reforma al Código Minero establecido en la Ley 685 de 2001.
Desde sus inicios, el presidente manifestó su preocupación por encontrar una solución que permitiera mantener la minería ancestral y la pequeña minería en el país. Esto, mientras se combatía de manera efectiva la minería ilegal, que ha tenido graves consecuencias en distintas regiones como el Chocó, el Nordeste antioqueño, el Amazonas y Córdoba.
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Priorizando la pequeña minería
Gustavo Petro ha sido enfático en señalar que el actual Código Minero ha privilegiado a la gran minería y a las multinacionales, olvidando las necesidades y el potencial de la pequeña minería en Colombia.
Según el mandatario, esto ha llevado a que los pequeños mineros queden sujetos a las mafias armadas y contribuyan a la destrucción de la democracia y los recursos naturales en diversas regiones del país.
En busca de una alianza entre la pequeña minería y el Estado, el presidente anunció la presentación de un proyecto de ley que abordará el tema de la minería. En sus palabras, esta normativa será crucial para defender el territorio del impacto devastador de la guerra y la destrucción del agua.
El plan de reforma de Petro
Aunque se ha mencionado la intención de reformar el Código Minero desde el comienzo del gobierno, hasta el momento no se ha presentado un articulado detallado.
Desde la presidencia de la Federación Nacional de Productores de Carbón (Fenalcarbón), Carlos Cante, espera que, en caso de abrirse la discusión, se respeten los derechos adquiridos de los titulares mineros y se logre un equilibrio entre los mineros legales y los que operan de manera irregular.
Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería (ACM), enfatiza la importancia de un modelo incluyente que permita la coexistencia de todos los mineros, independientemente de su tamaño o procedencia, y fomente una minería sostenible. Además, solicita que se agilicen los trámites necesarios para desarrollar la actividad minera de forma productiva y formal.
Formalización y desafíos
En el contexto de la reforma al Código Minero, se destaca la necesidad de formalizar y apoyar a los pequeños mineros para hacerlos visibles. La Asociación Colombiana de Exploración (Acexplo) enfatiza que la formalización no debe limitarse a una serie de conceptos, sino que se requiere una inversión mínima en cualquier nivel de la minería.
Además, es fundamental establecer canales de mercadeo ágiles y transparentes, sin depender únicamente de certificaciones de calidad y con un respaldo bancario sólido.
La formalización minera es un proceso complejo que necesita de un programa de Estado a largo plazo, con alto contenido técnico y recursos suficientes, que responda directamente al ministro de Minas y esté coordinado con la entidad responsable de la titulación.
Moratoria minera: ¿Realidad o expectativa?
Al inicio del gobierno de Gustavo Petro, se planteó la posibilidad de implementar una moratoria minera que detuviera las autorizaciones para nuevas concesiones mineras en el territorio nacional. Empresas consultadas sobre esta idea expresaron que, hasta el momento, no se ha aplicado una moratoria de manera efectiva, aunque algunos trámites han experimentado retrasos adicionales a los habituales.
Algunos expertos del sector minero sugieren que el gobierno mantiene la intención de aplicar una moratoria, a pesar de que la normativa minera actual es robusta y rigurosa en sus requisitos. La suspensión de audiencias públicas y la no emisión de nuevos títulos mineros han ralentizado las operaciones de exploración y la inversión extranjera en estudios geológicos.
Desafío crucial para el Gobierno de Petro
La reforma al Código Minero se presenta como un desafío crucial para el gobierno de Gustavo Petro en Colombia. La priorización de la pequeña minería, su formalización y la posible implementación de una moratoria son aspectos clave que determinarán el rumbo de la actividad minera en el país.
El objetivo es alcanzar un modelo incluyente que permita una minería sostenible y respetuosa con el medio ambiente, en armonía con las comunidades y el territorio nacional. Solo el tiempo dirá si esta propuesta se traduce en acciones concretas que transformen el panorama minero en Colombia.




